En una actuación que combinó compromiso, solidez defensiva y una practicidad quirúrgica, Newell’s Old Boys logró una enorme victoria de visitante por 2 a 0 ante Huracán. El triunfo, conseguido en la penúltima fecha del torneo, representa un alivio monumental para el conjunto del Parque y lo deja con un pie y medio asegurando la permanencia en Primera División.
El equipo rosarino, que llegaba a una situación límite tras varias derrotas, logró revertir las sensaciones de angustia que lo rodeaban. El desahogo se construyó sobre la base de explotar las fragilidades defensivas de Huracán y mantener una estructura compacta y concentrada durante los noventa minutos.
La Practicidad en el Juego y las Fallas del Rival
Desde el inicio del partido, la "Lepra" se enfocó en cerrar espacios, obligando al "Globo" a abusar de los pelotazos y facilitando el trabajo de su línea de fondo. El primer objetivo, la contención, se cumplió con creces.
En la ofensiva, el plan fue vertical: cada recuperación se convertía en un ataque rápido, muchas veces buscando al delantero Carlos "Cocoliso" González. El paraguayo se impuso constantemente en el juego aéreo, sobre todo ante el defensor Pereyra, desequilibrando la última línea del equipo de Frank Kudelka.
La fragilidad defensiva del local se hizo evidente con "obsequios" que Newell's supo capitalizar. "La última línea del Globo daba muchas ventajas", reza el análisis del encuentro.
Goles de Herrera y González: Efectividad Letal
El primer golpe de Newell's llegó tras un error grosero en la salida de Huracán. La pelota fue a parar a los pies de Luciano Herrera, quien se filtró con absoluta libertad, encaró al arquero Galíndez y definió con un tiro cruzado para anotar el 1 a 0. La celebración de los rojinegros contrastó con la inmediata protesta de los hinchas locales.
Las fallas defensivas del "Globo" no cesaron. Minutos después, tras un envío alto de Espínola y otra desinteligencia, fue "Cocoliso" González quien controló la pelota y empalmó de derecha para sellar el 2 a 0 tranquilizador.
Con la ventaja asegurada, Newell's se dedicó a jugar con la desesperación de Huracán en el segundo tiempo. La solidez en la contención fue la clave: el equipo se mostró solidario, ocupó bien los espacios y no se desprotegió, logrando que el local se aproximara sin riesgo.
Cambios Tácticos y el Clima de Celebración
El director técnico Gabriel Heinze Bernardi realizó cambios orientados a aguantar el resultado, sustituyendo a Guch por Mosquera y a Herrera por el experimentado Éver Banega. Si bien el ingreso de Banega por Herrera pareció "demasiado arriesgada" en principio, la defensa se mantuvo firme.
El remate de Miljevic que pasó cerca del arco fue una muestra de la impotencia del "Globo" ante la solvencia rosarina. En el final, los futbolistas de Newell's celebraron en el campo con la euforia que solo da la supervivencia en un momento límite, logrando el carácter que el encuentro exigía.
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