El gobierno argentino, a través del ministro de Economía, Luis Caputo, ha intensificado sus esfuerzos para conseguir dólares frescos en el mercado, un día después de que se conocieran nuevas medidas por parte de la Secretaría de Finanzas y el Banco Central. Esta ofensiva se produce en un contexto de dilación por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) para concretar el próximo desembolso pactado con el país, lo que mantiene en alerta la escasez de divisas.
La batería de anuncios fue lanzada a principios de esta semana por la Secretaría de Finanzas y el Banco Central de forma simultánea, en un intento por fortalecer unas reservas que aún no logran remontar. El Banco Central, por un lado, informó sobre la concreción de un crédito con bancos extranjeros, conocido como repo. Los detalles específicos sobre el monto, plazo y tasa de esta operación se darán a conocer el próximo jueves, aunque las estimaciones iniciales sugieren que podría rondar los 2.000 millones de dólares.
Por su parte, la Secretaría de Finanzas implementó la eliminación del plazo de permanencia para los capitales extranjeros, una medida que ya había sido reducida en la licitación de los bonos Bontes. Esto representa una mayor facilidad para los inversores "golondrina" de carácter especulativo. Con esta decisión, el título de deuda soberana, que se suscribe en pesos pero se paga en dólares, pasará a licitarse de forma mensual, con un tope de 1.000 millones de dólares por mes.
Desembolso del FMI en Incertidumbre
La dilación del FMI en el desembolso genera inquietud, especialmente considerando que el Gobierno debe acumular entre 4.000 y 5.000 millones de dólares para cumplir con la primera meta de acumulación de reservas. Esta meta, que vencía este viernes, fue prorrogada por el FMI hasta el 30 de julio. Si bien la extensión del plazo brinda un respiro, también implica la postergación del próximo desembolso, que probablemente se concrete a través de un "waiver" (perdón) por las metas incumplidas.
El oficialismo se había comprometido con el FMI a acumular reservas, pero al mismo tiempo había manifestado que no compraría las divisas necesarias para lograrlo hasta que su cotización no se acercara al límite inferior de la "banda" de flotación, es decir, cerca de los mil pesos. La estrategia actual, sin embargo, parece inclinarse por la toma de más deuda para suplir la necesidad de dólares.
Un Intento de Calma en un Stream Oficialista
Para intentar bajar el tono de la preocupación, el ministro Luis Caputo se presentó este martes en un programa especial del canal de stream oficialista Carajo. Acompañado por su vice, José Luis Daza, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, el ministro participó en el programa "Las tres anclas", conducido por integrantes de su propio equipo, Felipe Núñez, Martín Vauthier y Federico Furiase.
En un ambiente distendido, Caputo insistió en que "El Fondo Monetario está contentísimo con cómo funciona nuestro plan". Durante la charla, el ministro reiteró el compromiso del Gobierno con la acumulación de reservas acordada con el FMI. Ante la evidente dificultad para lograrlo a través de la compra de divisas por parte del Banco Central, el ministro planteó alternativas. Aventuró que el Tesoro podría adquirir dólares "con superávit propio", una jugada que, según afirmó, "no implica nueva creación de dinero". Además, mencionó como otra opción la "venta de activos por miles de millones de dólares", sugiriendo posibles desinversiones para obtener divisas.
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