La difícil situación económica impacta en las costumbres más arraigadas. Una panadería ha implementado una particular normativa que ha desatado una ola de comentarios en las redes sociales: un límite en la cantidad de facturas rellenas con dulce de leche que se pueden adquirir al comprar una docena.
Un cartel expuesto en el establecimiento detalla la restricción: "Docena: 4 (facturas) de dulce de leche. Media docena: 2 (facturas de dulce de leche)". Además, se informa sobre los precios de los productos: $5200 por la docena, $2600 por la media docena y $550 por unidad.
La imagen del cartel de la panadería se viralizó rápidamente en la plataforma X (anteriormente Twitter), donde los usuarios no tardaron en bautizar la medida como el "cepo repostero", aludiendo al intento del negocio por reducir costos.
La inusual decisión generó diversas reacciones entre los usuarios de redes sociales, quienes manifestaron su sorpresa e indignación. "¿Cómo? ¿Qué es esto? Si es real todo es tristeza y dolor. Mi único fin en engordar comiendo facturas es deleitarme con el DULCE DE LECHE", comentó un usuario de X con vehemencia.
Otro cibernauta bromeó: "Jodanse por no elegir las de pastelera y membrillo", mientras que un tercero recordó una práctica similar del pasado: “Flashback de fines de los 90s. Había un par de panaderías que te cobraban la docena más cara si ponías muchas de dulce de leche”.
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