La Justicia declaró a Leonardo Cositorto y a otras tres personas culpables de haber liderado una megaestafa a través de Generación Zoe, una organización que se presentaba como una academia de coaching financiero y que agrupaba un conglomerado de empresas del sector fintech.
En una audiencia marcada por intensos enfrentamientos y acusaciones, el Tribunal de Goya (Corrientes) dictó sentencia por estafa y asociación ilícita. El monto de la pena se conocerá la próxima semana.
Además del dirigente de Generación Zoe, la Justicia encontró culpable a su mano derecha, Maximiliano Javier Batista, así como a Miguel Ángel Echegaray y Lucas Damián Camelino. Los dos restantes imputados, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina, fueron absueltos.
“¡Pónganle las esposas y sáquenlo de la sala!”: así se retira Cositorto durante la audiencia
Minutos antes del veredicto, Cositorto fue retirado de la sala, esposado, tras un encendido cruce con uno de los jueces. Durante la intervención, mientras el magistrado Ricardo Carbajal exponía sus argumentos, este reaccionó con vehemencia: “¡Pónganle las esposas y sáquenlo de la sala!” exclamó a gritos.
Al cumplirse la orden, el acusado alzó la voz reclamando: “Está mintiendo. Es una vergüenza. ¡Ustedes están comprados!”
El dirigente de Generación Zoe acusó a los jueces de estar “comprados”.
Previamente, Cositorto había reiterado su inocencia, afirmando que “nunca hubo una pirámide” y calificando de absurdo el sistema al que se referían al decir que “es una estupidez lo del ponzi”. Asimismo, insistió: “Somos inocentes. Crearon un circo y le mintieron a la gente”, y puntualizó que “los afectados son el 7% de la compañía. Nos obligaron a no seguir pagando”.
Si la condena se confirma, Cositorto regresará a la prisión de Bower, en Córdoba, donde se encontraba detenido desde antes de iniciado el juicio. Además, deberá enfrentar otros procesos penales relacionados con diversas causas en su provincia natal.
El juicio
El proceso contra Generación Zoe se centró en un supuesto esquema de estafa piramidal, encabezado por Cositorto. Los 98 denunciantes que llevaron al empresario a la cárcel sostienen que la organización prometía altos rendimientos económicos a cambio de inversiones, para luego incumplir sus compromisos y dejar a los afectados sin respuesta.
Durante el juicio, la fiscalía – representada por Rubén Barry y María Eugenia Ballará – presentó diversas pruebas para demostrar que los acusados planificaron y ejecutaron una estafa a gran escala. Utilizando el auge de las criptomonedas y el coaching financiero como señuelo, se expuso que Generación Zoe no era más que una “fachada” para cometer delitos de estafa reiterada y asociarse ilícitamente para lucrarse a costa de la confianza de los inversores.
El abogado querellante, Pablo Andrés Fleitas, reforzó estos argumentos y solicitó la condena de todos los imputados por asociación ilícita y estafa continuada. Fleitas explicó que las víctimas fueron engañadas con esquemas de ganancias falsas y promociones mensuales, diseñadas para atraer a más inversores.
La defensa, por su parte, rechazó las acusaciones, sosteniendo que ninguna imputación fue probada. Cositorto argumentó que el proceso careció de pruebas contundentes – como peritajes contables sobre las empresas – y criticó tanto a la fiscalía como a la querella por no haber identificado con claridad a los damnificados ni los montos involucrados en la estafa.
Finalmente, el imputado aseguró que lo ocurrido se trató de un “incumplimiento de contrato”, señalando que la intervención de la Comisión Nacional de Valores (CNV) – que bloqueó fondos e intervino en la organización – habría desencadenado la situación.
📝 ¡Gracias por tu lectura!
Tu feedback no solo mejora el contenido, sino que también inspira a otros lectores.
📝 ¡Gracias por tu lectura!
Tu feedback no solo mejora el contenido, sino que también inspira a otros lectores.