En una jornada marcada por la protesta, miles de jubilados y trabajadores de gremios locales marcharon por las calles de Rosario este miércoles, en el marco de la "Marcha por los jubilados". La movilización, que comenzó en la sede de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), pasó por la Bolsa de Comercio y culminó con un acto en la plaza San Martín. El motivo principal de la marcha fue manifestar su rechazo al veto del presidente Javier Milei a la reforma previsional. Este evento coincidió con el debate en la Cámara de Diputados sobre la nueva fórmula jubilatoria, la cual había sido vetada días atrás.
"Basta de genocidio a los jubilados y pensionados", rezaba una de las principales pancartas, en clara alusión al malestar que sienten los jubilados ante las medidas del gobierno. La marcha comenzó a las 10 de la mañana en el microcentro rosarino y fue parte de una serie de concentraciones realizadas a nivel nacional, todas con el mismo objetivo: defender los derechos de los jubilados y pensionados.
Durante el acto en la plaza San Martín, María Elena, una referente del Plenario de Trabajadores Jubilados, alzó la voz: "Nosotros no somos casta y este gobierno, junto a los gobernadores, nos está robando una conquista histórica: la jubilación". También destacó que la reforma impulsada por Milei y los gobiernos provinciales, como el de Santa Fe, buscan destruir el 82% móvil sobre el salario que cobran los trabajadores activos, una lucha ganada hace décadas.
Otro de los oradores, Carlos Abruzzo, representante de los Jubilados de Empleados de Comercio e integrante del Frente de Jubilados en Lucha (Frejel), expresó su indignación: "Estamos pagando las consecuencias de las políticas de un gobierno que dijo que la casta pagaría los costos, pero en realidad es el pueblo quien lo está sufriendo". Abruzzo detalló la difícil situación que enfrentan los jubilados, con ingresos que no cubren ni siquiera la canasta básica, que hoy se sitúa en los 900.000 pesos.
"Es un genocidio", declaró Abruzzo, al describir cómo muchos jubilados deben elegir entre comer o pagar medicamentos, y algunos no pueden siquiera cubrir los costos de alquiler. En su discurso, también destacó el apoyo que recibieron de diversas organizaciones sindicales y sociales: "Nos emociona ver cómo los trabajadores, que serán los futuros jubilados, están defendiendo este derecho".
La marcha culminó con un pedido claro de María Elena: "Exigimos un paro general, que las centrales sindicales de la CGT y la CTA tomen la iniciativa. Este no es solo un problema de los jubilados, es un problema de toda la población". Con un tono firme, la dirigente subrayó la importancia de evitar la aprobación de leyes que, según ella, solo traerán más ajuste y precarización para los sectores más vulnerables.
La jornada en Rosario no fue aislada. A lo largo del país, movilizaciones similares replicaron el reclamo en un clima de tensión social ante las reformas propuestas y el veto presidencial, que pone en juego los derechos adquiridos por miles de jubilados argentinos.