Un joven de 18 años fue detenido en cuatro ocasiones en menos de 20 días por "averiguación de antecedentes" debido a que no llevaba consigo un documento físico de identidad, sino que lo tenía escaneado en su celular, lo que la Policía no considera válido. La madre del adolescente, Norma Acosta, asegura que estas detenciones no son casuales y las vincula con su historial de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Norma Acosta se hizo conocida por denunciar la connivencia policial con el narcotráfico, así como por haber sido blanco de varios ataques armados en su vivienda en el barrio San Martín. Además, Acosta estuvo detenida por una causa federal relacionada con el narcotráfico y desde entonces ha mantenido acusaciones constantes contra la Policía, motivo por el cual cree que su hijo es víctima de una persecución sistemática.
Antecedentes violentos y represalias
El trágico historial de Acosta comenzó el 13 de abril de 2013, cuando su esposo, Miguel “Japo” Saboldi, falleció junto a otros dos reclusos en un incendio intencional en el penal de la Alcaidía de Jefatura, donde había sido detenido por la causa "Narcochacra". Esta causa terminó con la absolución de todos los involucrados, pero el tribunal ordenó investigar a los policías responsables del procedimiento y al juez Juan Carlos Vienna, conocido por su papel en la causa contra la banda "Los Monos". Acosta denunció que el incendio fue planificado con la intención de eliminar a su esposo.
Desde 2013, la ciudad de Rosario se convirtió en epicentro de una ola de violencia ligada al narcotráfico, tras el asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero, líder de "Los Monos". Norma Acosta vinculó los ataques que sufrió al enfrentamiento entre el clan Bassi y "Los Monos". Aunque Luis “Pollo” Bassi fue absuelto del asesinato de Cantero, dos de sus hermanos y su padre fueron asesinados en años posteriores.
La violencia también alcanzó a la familia de Acosta. El 1 de abril de 2014, su hermano Aldo fue asesinado a tiros bajo sospecha de haber intentado cometer un robo. En este caso, Norma también responsabilizó a la Policía. Más tarde, el 3 de diciembre de ese mismo año, su padre, Aldo Acosta, fue ejecutado de seis disparos cerca de su casa en Villa Gobernador Gálvez. Durante este ataque, un hermano de Norma, de tan solo 15 años, también resultó herido.
Norma volvió a apuntar al clan Bassi por estos crímenes, y dos hermanos cercanos a esa familia fueron condenados por la muerte de su padre en un juicio abreviado.
Represalias persistentes
El ciclo de violencia contra Norma y su familia continuó. El 29 de marzo de 2018, mientras Norma cumplía una condena de seis años por una causa federal, su casa fue atacada nuevamente a balazos. Esa noche, dentro de la vivienda se encontraban sus tres hijos y la pareja del mayor, quien expresó temor por su vida y la de su familia, ya que la custodia policial había sido retirada días antes.
El último ataque tuvo lugar este jueves, cuando la casa de Acosta fue otra vez baleada. Esta vez, según trascendió, los agresores dejaron una nota amenazante, lo que reaviva el temor de la familia y deja en evidencia la continuidad de las represalias en su contra.
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