La multinacional Mondelez International, dueña de marcas icónicas como Oreo, Milka y Terrabusi, decidió suspender temporalmente la producción en su planta de Pacheco, ubicada en el ramal Escobar de Acceso Norte. La medida, que rige por tiempo indefinido, afecta a la totalidad de sus 2.300 empleados.
El cese de actividades es una respuesta directa al sobrestock de mercadería y a la caída sostenida en la demanda de consumo masivo que atraviesa el sector alimentario. Si bien la compañía lo enmarca en una "planificación y adecuación operativa", el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) asegura que no ocurría algo similar desde la crisis de 2001.
📉 La caída de ventas y el sobrestock, el factor clave
La decisión de interrumpir la elaboración en la ex Kraft, una de las plantas con mayor capacidad industrial del país, se debe a una drástica contracción en las ventas internas. Los depósitos acumularon un excedente de productos que hizo inevitable la paralización temporaria del proceso productivo.
Según Jorge Penayo, delegado de la empresa, la producción anual proyectada cayó en 13.000 toneladas, a pesar de la incorporación de nuevos productos para intentar compensar la baja. “Las marcas que produce la empresa son las que consume la clase media”, explicó el representante gremial a un medio local, vinculando la situación a la retracción económica general.
El contexto de la fábrica, que opera con capacidad reducida desde hace meses, sumó preocupación a los trabajadores. Este parate productivo se enmarca en una caída generalizada del consumo masivo, con fuertes disminuciones en la rotación de alimentos procesados.
🤝 Licencias acordadas y preocupación gremial
La empresa formalizó la suspensión de actividades mediante un acuerdo con el STIA y la Comisión Interna, que contempla el otorgamiento de licencias pagas a todo el personal. La medida incluye el mantenimiento de los contratos laborales sin modificaciones inmediatas en salarios ni despidos.
La firma indicó que la interrupción se debe a “tareas de mantenimiento planificado” y que estas adecuaciones operativas son necesarias para “mantener la sustentabilidad de la actividad a largo plazo”. Sin embargo, no se definieron plazos concretos para el retorno a las tareas habituales.
La falta de certezas sobre cuándo se reanudará la producción incrementó el malestar y la alarma entre los operarios. Delegados sindicales ya abrieron rondas de consulta para defender los puestos de trabajo.
Impacto en la industria y el monitoreo oficial
La paralización de la planta, un centro de elaboración clave para la industria nacional de alimentos, encendió las alertas en el sector industrial argentino. El freno de Mondelez-Pacheco se suma a otras "novedades negativas" que involucran cierres y despidos en la actividad.
La suspensión de actividades activó también el seguimiento de autoridades municipales del área, quienes se mantienen en contacto con la representación laboral y la conducción de la empresa. El futuro inmediato de la operación dependerá de una confirmación de la mejora en las condiciones del mercado y una recuperación del consumo.
Mondelez es una de las principales productoras de galletitas y chocolates del país. Su planta sobre el corredor Escobar representa uno de los centros productivos más relevantes, lo que acentúa la relevancia de la medida en el panorama económico actual.
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