El régimen cubano enfrenta una ola de críticas tras las controvertidas declaraciones de Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, quien negó la existencia de mendigos en la isla durante una sesión de la Asamblea Nacional. Feitó aseguró que quienes piden en la calle están "disfrazados" y que los limpiavidrios optan por una "vida fácil".
La ministra afirmó: “Hemos visto personas, aparentemente mendigos. Cuando usted le mira las manos, le mira las ropas que llevan esas personas, están disfrazadas de mendigos, no son mendigos. En Cuba no hay mendigos”. Además, calificó a quienes limpian parabrisas como personas que buscan un "modo de vida fácil" y que "posiblemente después con ese dinero lo que van a es tomar". Incluso arremetió contra quienes buscan en los basureros, describiéndolos como "ilegales del trabajo por cuenta propia" que evaden impuestos.
Estas afirmaciones han provocado una fuerte indignación en la sociedad civil y la prensa independiente. El ex diplomático Carlos Alzugaray cuestionó la permanencia de la ministra en su cargo, mientras que el dramaturgo Iran Capote lamentó que muchas de estas personas "fueron gente muy valiosa que creyó tanto en ‘el proceso’". El economista Julio Carranza acusó a Feitó de "desconocer totalmente la situación" y de ser "muy irrespetuosa" con una población que atraviesa graves penurias.
Incluso el dictador Miguel Díaz-Canel reaccionó, aunque de manera ambigua. En su cuenta de X, condenó la "falta de sensibilidad" en el enfoque sobre la vulnerabilidad, señalando que "la revolución no puede dejar a nadie atrás". Posteriormente, durante una sesión parlamentaria, dedicó veinte minutos a corregir a la ministra, reconociendo que las personas que a veces se describen como mendigos son "expresiones concretas de las desigualdades sociales y de los problemas" que enfrenta Cuba. Sin embargo, no mencionó directamente a Feitó ni anunció acciones concretas.
La realidad en las calles contradice las versiones oficiales. Diversos informes indican un drástico aumento de la pobreza; el Observatorio Cubano de Derechos Humanos estima que el 89% de los hogares viven en extrema pobreza. El propio ministerio admitió en febrero que 1.236 comunidades padecen condiciones de indigencia, contradiciendo la negación de mendigos.
En muchas ciudades, es común ver ancianos y familias enteras buscando comida en contenedores o sobreviviendo con limosnas. Testimonios en redes sociales revelan la precariedad de las pensiones, que apenas superan el equivalente a cinco dólares, insuficientes para cubrir necesidades básicas como la alimentación.
Este deterioro social coincide con el debilitamiento del sistema de seguridad social, que históricamente ofrecía una sólida cobertura. Actualmente, el envío de remesas se ha convertido en el principal sustento para muchas familias.
La estrategia del régimen, de minimizar la crisis en el discurso y apelar a la retórica revolucionaria, choca con la evidencia de las calles. Medios como elTOQUE señalan que las declaraciones de Feitó contradicen incluso cifras oficiales sobre personas con "conducta deambulante".
La indignación también se extiende a la diáspora cubana. Medios en Miami han calificado las palabras de la ministra como "crueles", y existe el temor de que este discurso estigmatice a los más vulnerables y legitime medidas represivas. La ministra ha mantenido silencio tras las críticas, alimentando las especulaciones sobre una posible destitución, aunque no hay señales oficiales al respecto.
📝 ¡Gracias por tu lectura!
Tu feedback no solo mejora el contenido, sino que también inspira a otros lectores.
📝 ¡Gracias por tu lectura!
Tu feedback no solo mejora el contenido, sino que también inspira a otros lectores.