El productor rural Rubén Alberto Ulrich fue condenado a cuatro años de prisión efectiva en el primer juicio por jurados de Santa Fe, tras ser encontrado culpable de homicidio en estado de emoción violenta y otros delitos. El hecho ocurrió el 17 de enero de 2023, cuando Ulrich asesinó a Franco Gonzalo López, novio de su expareja. A pesar de que el jurado popular había resuelto una pena de 1 a 3 años de prisión, el juez de San Cristóbal, Nicolás Stegmayer, dictaminó un castigo mayor.
Además del homicidio de López, un oficial de policía, Ulrich fue imputado por lesiones leves culposas, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y daño calificado por herir a su expareja y balear un móvil policial. La pena impuesta se establecerá una vez que la sentencia quede firme, teniendo en cuenta que Ulrich ha permanecido en prisión preventiva durante 18 meses desde su detención. Tras la notificación de los fundamentos del Tribunal de San Cristóbal, las partes tendrán la posibilidad de apelar la decisión del juez.
El veredicto del jurado y la decisión judicial
Los 12 jurados populares emitieron su veredicto unánime el pasado jueves, declarando a Rubén Ulrich culpable del crimen de Franco López. Este proceso, que inició el 9 de junio, se llevó a cabo en los Tribunales de San Cristóbal, la primera localidad santafesina en albergar juicios por jurados. Los integrantes del jurado consideraron a Ulrich culpable de homicidio bajo emoción violenta, que contempla una pena de entre 1 y 3 años de prisión, además de lesiones leves no intencionales, daños y portación ilegal de arma de fuego.
Con base en la opinión del jurado, el juez Nicolás Stegmayer determinó la pena de cuatro años de prisión. Resta definir qué sucederá con los 18 meses de prisión preventiva que el condenado ya cumplió, los cuales suelen computarse como parte de la pena. Si se consideran, Ulrich podría acceder a la libertad condicional dado que la pena impuesta estaría casi cumplida según el Código Penal.
El pedido de Fiscalía y la postura de la defensa
El nuevo sistema de juicios por jurados populares, que se implementará de manera gradual en la provincia, generó una controversia jurídica en este primer caso. Las fiscales Silvina Verney y Hemilce Fissore sostenían que Ulrich era autor material de un homicidio calificado, cometido con el propósito de causar sufrimiento a su expareja, y de lesiones agravadas en contexto de género, sumando también los cargos de daños y tenencia ilegal de arma de fuego. Por estas consideraciones, las fiscales solicitaban prisión perpetua.
Por su parte, los defensores de Ulrich, Claudio Torres Del Sel y Federico Scarinci, no negaron la autoría del asesinato, pero argumentaron que su cliente actuó bajo emoción violenta y que en ningún momento tuvo la intención de matar a López. La decisión del jurado reflejó esta última postura, dictaminando homicidio con el atenuante de la emoción violenta. Una fuente judicial señaló que "son los riesgos que se corren ante un jurado popular que desconoce de temas jurídicos, y tanto la Fiscalía como la defensa tienen que convencerlos de sus posturas. Evidentemente, en este caso aceptaron más los fundamentos de la defensa". La misma fuente aclaró que "no se discutió la autoría del homicidio sino el porqué o el cómo". El fallo es apelable únicamente en cuanto a la pena impuesta por el juez, ya que la culpabilidad y los delitos fueron determinados por el jurado popular.
Detalles del asesinato analizado por el jurado
El crimen que fue objeto de este primer juicio por jurados ocurrió en Monigotes, una pequeña localidad del departamento de San Cristóbal, el 17 de enero de 2023, poco después de la una de la madrugada. La expareja de Ulrich residía en un establecimiento rural y mantenía una relación con López, quien se desempeñaba como comisario del pueblo.
La investigación reveló que Rubén Ulrich se trasladó al lugar en una camioneta Chevrolet acompañado de su hijo adolescente. Llevaba consigo una escopeta marca Centauro calibre 28, de la cual no poseía autorización legal. Al llegar, Ulrich encontró el móvil policial de Monigotes estacionado y efectuó un disparo contra el vehículo, dañando su lateral izquierdo. Acto seguido, comenzó a insultar y desafiar a López para que saliera de la vivienda.
Según la reconstrucción judicial, el imputado se dirigió luego a la parte trasera de la casa y, a través de una ventana, disparó contra López. El policía sufrió heridas en el abdomen y tórax, mientras que la mujer que lo acompañaba también resultó lesionada por las perdigonadas. La gravedad de las heridas del oficial provocó su urgente derivación a un centro médico en Rafaela, donde falleció poco después. Ulrich fue detenido ese mismo día y ahora se encuentra a un paso de cerrar sus cuentas con la Justicia.
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