Rosario conmemora el Día del Trabajador con acto de fuerte raigambre histórica

0


Rosario, ciudad pionera en la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, será nuevamente escenario de un acto sindical con profundo significado histórico. Tal como ocurrió aquel 1º de mayo de 1890, diversas organizaciones gremiales y sociales se congregarán este jueves en la Plaza López para recordar y reivindicar las luchas obreras.

La jornada comenzará a las 9.30 en la mencionada plaza, donde gremios como Amsafé y ATE Rosario, los aceiteros del Soear, Coad, Somu, UOM, Siprus, la CCC y el Movimiento Evita, entre otros, se darán cita. En este emblemático lugar, se descubrirá una placa conmemorativa, seguida de una marcha que se dirigirá hacia la Bolsa de Comercio. Posteriormente, a las 12, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llevará a cabo el festival “Todos adentro” en San Lorenzo y Dorrego, centrando su consigna principal en la lucha contra los despidos.

El 1º de mayo fue instituido como jornada internacional de lucha de la clase obrera durante el congreso obrero de París en 1889, evento que contó con la participación de delegados de 20 países, incluyendo Argentina. Esta fecha evoca la huelga iniciada el 1º de mayo de 1886 en Chicago, en demanda de la jornada laboral de ocho horas, la subsiguiente represión y el trágico ajusticiamiento de los líderes obreros. Rosario se distinguió como una de las primeras ciudades en unirse a esta conmemoración a nivel mundial.

En 1997, la entonces Mesa de Enlace Gremial, integrada por la CTA y el MTA, realizó un acto en el sitio original de la primera conmemoración, instalando la primera placa recordatoria de este hito.

El historiador Leónidas Ceruti, en su obra “Historia del 1º de mayo en Rosario 1890-2000”, rememora que la Plaza López fue el punto de encuentro inicial de aquella histórica jornada. Según sus escritos, desde las 11 de la mañana los manifestantes comenzaron a llegar portando carteles “negros con letras rojas”, uno de los cuales exhibía la leyenda “1º de Mayo de 1890--Fraternidad Obrera Universal”.

La columna, conformada por 1.000 personas y “custodiada por seis bomberos a caballo con sus flamantes Rémington”, debió modificar su itinerario original a causa de la lluvia. El nuevo recorrido transitó por la calle Comercio (Laprida) hasta Mendoza, luego por Buenos Aires, y finalmente hasta la Plaza 25 de Mayo, rodeándola para seguir por Córdoba, San Martín, San Luís, Entre Ríos, hasta Urquiza, culminando en la Quinta Hutteiman.

En el acto se escucharon las voces de Domingo Lodi, Juan Ibaldi, Guillermo Schutlze, Alfonso Jullen, Rafael Torrent, Paulino Pallas y Virginia Bolten. Las crónicas periodísticas de la época resaltaron que “Los oradores se expresaron en varios idiomas, y la responsabilidad y el buen criterio de los mismos llamando al orden y la moderación permitieron que el acto transcurra en un ambiente pacífico. Rafael Torrent manifestó que “Siendo la Argentina un país democrático por excelencia, debe apoyar el progreso y el desarrollo de cuanto tienda al mejoramiento de la clase obrera, y que debía solicitarse a los representantes de la Patria, la sanción de los acuerdos del Congreso Obrero de París”.”

La activista Teresa Marchisio dio lectura a las resoluciones del Congreso Obrero de París. Tras el acto, la multitud se dirigió al café “La Bastilla” para celebrar el trascendental acontecimiento. El diario La Capital, en su editorial sobre la jornada, expresó: “El día de ayer era el elegido por los obreros de todos los países para hacer una manifestación internacional. Este bello ejército que defiende el bello ideal de la democracia sublevándola contra el antiguo y feudal orden de cosas, conseguirá a fuerza de la lucha pacífica y perseverancia, el triunfo de su causa, cimentando las bases de una nueva era de paz y prosperidad”.

Aquel 1º de mayo de 1890, además de Rosario, se realizaron actos similares en Buenos Aires, Chivilcoy y Bahía Blanca. “Era la primera vez que en los lugares más diversos del mundo al unísono se sucedieron paros, huelgas generales, y marchas”, subrayó el historiador Ceruti.

La lucha por la jornada de ocho horas fue el telón de fondo de aquellos años de efervescencia obrera. “EEUU y Europa en su desarrollo industrial sometían a las masas trabajadoras a jornadas de 14 a 16 horas, bajos salarios, y pésimas condiciones de trabajo”, recordó el historiador, explicando que la consigna “Ocho horas de trabajo, ocho horas de esparcimiento y estudio, ocho horas de descanso” surgió como respuesta a “la degradación física, moral e intelectual del proletariado”.

En Rosario, durante la última década del siglo XIX, existían diversas agrupaciones gremiales y mutuales que nucleaban a trabajadores de oficios como ladrilleros, ebanistas, estibadores, alpargateros, mosaistas, talabarteros, panaderos, albañiles, pintores, carpinteros, sastres, fideeros, constructores de carruajes, marmolistas y cocheros.

Anarquistas y socialistas se reunían en el café “La Vieja Bastilla” o “La Bastilla”, ubicado en la calle Rioja, donde funcionaba la Asamblea de Internacionalistas, integrada por inmigrantes franceses, italianos, alemanes, austriacos y españoles.

Ceruti relata que entre los asistentes habituales se encontraban Rómulo Ovidi, Virginia Bolten, Francisco Berri, Domingo Lodi, Juan Ibaldi, Guillermo Schutlze, Alfonso Jullen, Rafael Torrent, Teresa Marchisio, María Calvia y Paulino Pallas. La policía, que vigilaba de cerca estas tertulias, informó al gobierno provincial sobre el incremento de “reuniones de unos gringos extravagantes que usan corbata negra, moño volado y lucen frondosos bigotes”.


En la víspera del histórico acto de 1890, Virginia Bolten fue detenida por distribuir el Manifiesto del Comité Internacional de Buenos Aires. El sumario policial registró su “demora” por difundir propaganda anarquista entre los trabajadores de la Refinería Argentina, considerada una acción que atentaba contra el orden social vigente. Sin embargo, “El gobernador dio instrucciones de no molestar a los obreros”, según recuerda el historiador.

Los dirigentes de los sindicatos que participarán en el acto de este jueves ofrecieron una conferencia de prensa en la que detallaron las características de la concentración y la posterior marcha hacia la Bolsa de Comercio de Rosario.

Ceruti destacó la vigencia del canto obrero de hace más de cien años, especialmente “a la luz de los avasallamientos sobre los derechos laborales que la clase obrera conquistó”. La canción, titulada “La canción de las ocho horas”, expresaba el anhelo por el tiempo libre: “Ni una hora para pensar/ Queremos sentir el calor del sol/Queremos oler las flores/Estamos seguros que Dios así lo quiere/ Y vamos a conseguir las ocho horas/ Ocho horas para lo que se nos dé las ganas”.

Publicar un comentario

0Comentarios

📝 ¡Gracias por tu lectura!
Tu feedback no solo mejora el contenido, sino que también inspira a otros lectores.

📝 ¡Gracias por tu lectura!
Tu feedback no solo mejora el contenido, sino que también inspira a otros lectores.

Publicar un comentario (0)

¡Únete a Nuestro Canal!

¡Mantenete informado!

#buttons=(Accept !) #days=(20)

Our website uses cookies to enhance your experience. Learn More
Accept !