“Más de 50 países” se contactaron con la Casa Blanca “para negociar” el alcance de los nuevos aranceles globales impuestos por el presidente Donald Trump. Así lo confirmó este domingo el asesor económico de la administración republicana, Kevin Hassett.
“Anoche recibí un informe del Representante de Comercio según el cual más de 50 países se han puesto en contacto con el presidente para iniciar una negociación”, afirmó Hassett durante una entrevista en el programa This Week de la cadena ABC News.
El arancel global, que grava las exportaciones —incluyendo las argentinas— con un mínimo del 10%, entró en vigor el sábado a las 00.01 hora local del este de EE.UU., y ya comenzó a generar preocupación por su potencial impacto en las bolsas internacionales.
Uno de los países que inició tratativas con la Casa Blanca es Argentina, cuyo gobierno, encabezado por Javier Milei, busca alcanzar “aranceles 0” para un paquete de 50 productos de exportación. De ese conjunto, una decena representa el 80% del total exportable del país.
Según fuentes involucradas en las negociaciones, el avance del acuerdo depende de ocho observaciones sobre la relación comercial bilateral. De ellas, cinco ya estarían resueltas, dos restan ser firmadas y una requiere la aprobación de una ley.
El temor global ante la política arancelaria de Trump
El pasado 2 de abril, en una jornada que fue calificada por la administración republicana como “el Día de la Liberación”, Trump anunció la entrada en vigor del arancel del 10% a 184 países y territorios, incluida la Unión Europea y la Argentina. En algunos casos, los gravámenes se elevaron incluso hasta el 20% para productos europeos y el 34% para importaciones chinas.
La medida generó alarma entre inversores y analistas financieros ante la posibilidad de una desaceleración económica. Entidades como JP Morgan advirtieron que los nuevos aranceles podrían provocar una recesión en EE.UU. y aumentar los precios para los consumidores.
El propio presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, advirtió el viernes que la política arancelaria de Trump se traducirá en mayor inflación y menor crecimiento económico.
La postura de la Casa Blanca
Pese a las críticas, Hassett defendió la iniciativa y sostuvo que, aunque “podría haber algún aumento” en los precios, los aranceles no representarían “una carga pesada” para el consumidor estadounidense.
El director del Consejo Económico Nacional argumentó que los gravámenes no son un impuesto, ya que dependen de “la oferta y la demanda”. Y añadió: “Nuestro enfoque es reducir los impuestos, el gasto y la regulación e imponer una línea de base arancelaria en todo el mundo, golpeando a los actores más duros”.
Para Hassett, los países que están acudiendo a Washington a negociar lo hacen porque “sus economías van a sufrir gran parte” del impacto de los aranceles impuestos por Trump.
Consultado sobre por qué Rusia no figura entre los países afectados por la medida, explicó que ese país “está en medio de negociaciones de paz (con Ucrania) que afectan a miles de personas”, y que por ello imponer gravámenes “no es apropiado” en este momento.
“Esto no significa que Rusia vaya a ser tratada de forma muy diferente a todos los demás países durante mucho tiempo”, aclaró el asesor económico.
(Con información de EFE y AFP)
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