Reconoció su donación en un basural: una mujer denuncia el destino de la ayuda enviada a Bahía Blanca

“Yo me pregunto: esa ropa que cuando llegó ya no era necesaria, ¿no pudo haber sido entregada a Cáritas, o a la Cruz Roja, para derivarla a otro lugar donde se la necesite, en lugar de tirarla a la basura?”, expresó con profunda indignación María, una mujer que asegura haber enviado donaciones para los damnificados por el temporal en Bahía Blanca y que, días atrás, reconoció una de sus bolsas entre los residuos de un basural a cielo abierto en la localidad de Cerri, a solo 10 kilómetros de la ciudad.

La escena fue transmitida en vivo por TN, cuando el periodista Alan Ferraro mostró el vertedero en medio de un informe sobre las consecuencias del desastre natural que dejó al menos 17 víctimas fatales. Entre los escombros, basura y desperdicios, también había decenas de bolsas con donaciones que nunca llegaron a destino. Fue entonces cuando María, con la televisión encendida, distinguió uno de los paquetes: lo identificó de inmediato por el rótulo manuscrito que ella misma había colocado.

“Me da mucha impotencia saber que el sacrificio de muchos no es valorado. Me da tristeza esa liviandad. A mí me enseñaron a donar parte de lo mío, no aquello que me sobra”, agregó, conmovida.

La mujer había reunido tres grandes bolsas con ropa en buen estado. Como vive con la jubilación mínima, no podía colaborar con alimentos, pero eligió prendas que aún usaba y las preparó con esmero. “Revisé los cierres, que no tuvieran bolsillos rotos, que tuvieran todos los botones, para mandar cosas en buen estado”, detalló. Entre las prendas había ropa de señora y ropa blanca para nenas que le habían dado sus nietas.

Las bolsas fueron llevadas por un vecino hasta una sede de la Cruz Roja. Más tarde, María se enteró de que la organización no entregaría directamente esas donaciones, sino que las derivaría al municipio, quien a su vez se encargaría del traslado a Bahía Blanca. “No me importó, mientras llegaran las donaciones”, dijo. Pero eso no ocurrió.

Frente al abandono de los paquetes solidarios en el basural, María alzó su voz y se preguntó por qué no se gestionó un mejor destino para esa ayuda, especialmente en un país en el que tanta gente necesita. “Las donaciones tiradas son un horror”, sentenció.

La acumulación de envíos espontáneos, sin una logística clara y en medio de una situación de catástrofe, puede haber contribuido al colapso en el manejo de la ayuda. Sin una coordinación adecuada, muchas de estas donaciones terminaron apiladas en veredas y finalmente descartadas.

María decidió comunicarse con el medio para expresar su indignación y tristeza. “Cuando vi las bolsas rotuladas, vi que no llegaron a quienes tenían que llegar. Es muy triste”, concluyó.