El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció que su estrategia para poner fin a la guerra con Rusia pasa primero por alcanzar un acuerdo con Donald Trump. Según sus declaraciones, considera que “Los contactos entre Ucrania y Estados Unidos son prioritarios para nosotros. Y sólo después de estos, y después de que se haya puesto en marcha un plan para parar a Putin, creo que estará bien hablar con los rusos”. Esta propuesta se enmarca en el contexto de la conversación telefónica mantenida el miércoles entre Trump y Putin, cuyo objetivo fue definir un mecanismo para terminar con el conflicto iniciado en febrero de 2022.
La decisión generó reacciones intensas entre los aliados de la OTAN. La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, advirtió que “sin nosotros en la mesa, pueden acordar cualquier cosa, pero fracasará, sencillamente porque no habrá implementación”. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, insistió en que “no habrá negociaciones creíbles y exitosas, ni paz duradera, sin Ucrania y sin la UE”, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, calificó de “crucial” la participación directa de Ucrania en todo el proceso.
Además, altos funcionarios de defensa de Alemania, Francia, el Reino Unido y Suecia reiteraron que la negociación debe estar encabezada por Ucrania y que se debe evitar cualquier “paz dictada”. En paralelo, China expresó su conformidad por el fortalecimiento del diálogo entre Estados Unidos y Rusia, mientras que el Kremlin mostró interés en un encuentro inmediato entre Trump y Putin.
Este conjunto de declaraciones y posturas internacionales subraya la complejidad de alcanzar una solución al conflicto, en la que la participación activa de Ucrania, la OTAN y Europa es considerada indispensable para garantizar una paz duradera.
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