En la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se ha instaurado una tradición única: cada temporada invernal, a partir de noviembre, la llegada de una numerosa colonia de murciélagos sorprende a los nuevos estudiantes y se convierte en parte esencial del ecosistema urbano. Estos pequeños mamíferos, pertenecientes a la especie Tadarida brasiliensis, son resguardados y estudiados con esmero por especialistas de la UNR y del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR-Conicet), quienes reconocen su papel crucial en el control de plagas.
Desde hace casi 10 años, la UNR, a través de Ubat-UNR, implementa un programa de preservación que protege a estos murciélagos, quienes han ocupado el ático del edificio de la Facultad de Derecho durante más de un siglo. Cada temporada, miles de estos animales, de aproximadamente 10 centímetros y con un peso de entre 14 y 16 gramos, llegan a Rosario. Con una vida promedio de 10 a 20 años, estos ávidos forrajeadores pueden volar hasta 25 kilómetros en busca de alimento, alcanzar alturas de 3.300 metros e incluso migrar distancias de hasta 1.840 kilómetros (Glass 1982). Especialmente las hembras preñadas destacan por consumir hasta 1.000 mosquitos diarios, lo que refuerza su papel en la reducción de vectores e insectos en la ciudad.
La cantidad de murciélagos en Rosario es actualmente objeto de estudio por parte del Programa de Conservación de Murciélagos Argentina (PCMA). Según el último censo realizado en 2015, se contabilizaron aproximadamente 30 mil individuos en la facultad, lo que resalta la magnitud y relevancia de esta población para el equilibrio ambiental urbano.
¿A dónde se dirigen cuando no están en Rosario?
La investigadora del IBR-Conicet, Violeta Di Domenica, explicó a La Capital que los estudios sobre sus migraciones aún son preliminares, ya que no se conoce con exactitud su destino. Ella puntualizó: "Deberíamos implantarles microchips, y además de costosos, pesan entre 14 y 16 gramos, cualquier cosa a adaptar complicaría y modificaría su vuelo". Según esta especialista, los murciélagos salen en busca de alimentos aprovechando la explosión de insectos en otras regiones, con la hipótesis de que su ruta podría llevarlos hacia Uruguay, Brasil, Paraguay e incluso Bolivia, descartándose Chile debido a las imponentes alturas de la Cordillera de los Andes.
Respecto a su presencia en el ático de la Facultad de Derecho, Di Domenica resumió: "Están en el ático de la facultad de Derecho porque pueden". Sin embargo, el coordinador del Programa Ubat-UNR, Guido Fossatti Tanner, explicó que, aunque aún se desconoce la razón exacta, la ubicación del edificio –construido hace más de 100 años– presenta condiciones ideales: “pero hace más de 100 años están en el edificio, coincide su llegada con un periodo en el cual estaba abandonado y el ático presenta características cómodas y funcionales, por ejemplo los ladrillos vistos del lugar al ser porosos le dan un mejor agarre. También hay insectos para su alimentación, es un lugar oscuro y no transitan personas con habitualidad”, comentó a La Capital.
Protocolos de Seguridad e Investigación
Para acceder al ático y estudiar a la colonia, los investigadores siguen un riguroso protocolo. Visten trajes tipo Tivek que cubren de pies a cabeza, además de usar gafas, barbijos, botas y guantes de látex y cuero. Todos ellos están vacunados con antitetánica y antirrábica, y se realizan controles anuales de anticuerpos para garantizar su seguridad frente a posibles contagios. En cada intervención, se retiran 20 murciélagos adultos para ser analizados en el laboratorio del Museo de Ciencias Naturales Ángel Gallardo, en la sede de gobernación de Santa Fe. Se les efectúa un hisopado, extracción de sangre, se los hidrata y posteriormente se reincorporan a la colonia, permitiendo así una evaluación sanitaria de los miles de individuos que visitan la ciudad durante el verano.
Desmitificando a los Murciélagos
Contrario a lo que muchos creen, estos mamíferos no son agresivos por naturaleza. Di Domenica enfatizó: "Obviamente si los atacas, se van a defender y su mordedura es la principal respuesta, pero estamos hablando de animales de 10 centímetros y 16 gramos". Además, aclaró que no existe riesgo de que se enreden en el cabello, ya que su vuelo es sumamente calculado, aunque en sus primeros intentos puedan parecer erráticos.
Otro mito común es la supuesta ceguera de los murciélagos. La especialista afirmó: "tienen una visión adaptada a la nocturnidad", y agregó que se orientan principalmente mediante la ecolocalización, emitiendo sonidos que rebotan en superficies y regresan a su origen, una característica distintiva de la especie Tadarida brasiliensis.
La conducta de protección de sus crías también resulta fascinante. Durante el periodo en Derecho, los murciélagos llegan preñadas y dan a luz en la ciudad. Di Domenica explicó: "Las hembras tienen que salir a comer y una de ellas se queda a cargo de unas cuantas decenas de murciélagos, para protegerlos, estilo crianza compartida". Además, destacó que, a diferencia de los roedores, esta especie "no explota demográficamente", lo que permite un equilibrio natural en su población.
Aunque los murciélagos pueden transmitir rabia, la especialista puntualizó que las probabilidades de contagio a humanos son bajas, ya que, además de morder, el animal debe estar contagiado para que se produzca la transmisión. Di Domenica advirtió: "Si puede pasar que un gato al intentar cazar un murciélago contagiado, lleve la enfermedad a la casa", subrayando la importancia de la vacunación gratuita contra la rabia para animales y personas en el Hospital Carrasco como medida preventiva. Además, enfatizó que la coevolución entre virus y especies hace que no todas las especies puedan portar las mismas enfermedades.
El Guano y su Manejo
El guano, o material fecal de los murciélagos, es otro aspecto crucial de este ecosistema. Cada temporada, un equipo integrado por miembros del PCMA en Rosario, el área de política ambiental de la UNR, la secretaría de Extensión y Técnica de la Facultad de Derecho y el área de infraestructura, trabaja para remover y tratar el guano acumulado en el ático. Guido Fossatti Tanner explicó: "Se limpia, se extrae y se impermeabiliza el ático para que los murciélagos regresen el próximo verano y para que la comunidad de Derecho tenga condiciones de salubridad".
El guano, si se acumula sin tratamiento, puede generar el hongo histoplasma, causante de la histoplasmosis, una infección principalmente pulmonar. Por ello, el manejo adecuado de este material es esencial. Tras su remoción, el guano puede ser esterilizado y filtrado para reutilizarse como fertilizante. Dado que en Rosario no se dispone de una planta de procesamiento, la Facultad de Derecho colabora con especialistas de la Provincia de Buenos Aires, quienes se encargan de darle un uso correcto o disponerlo de forma segura, protegiendo así la salud de la población.
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