Donald Trump y Xi Jinping. Fuente: REUTERS/Kevin Lamarque/File Photo
China anunció la imposición de nuevos aranceles a productos estadounidenses, profundizando la guerra comercial entre ambas naciones. A partir del 10 de febrero, se aplicarán gravámenes del 15% a las importaciones de carbón y gas natural licuado, y del 10% al petróleo crudo, maquinaria agrícola, camionetas y autos de lujo.
Esta decisión fue comunicada por el Ministerio de Finanzas de Beijing en respuesta a las recientes medidas comerciales implementadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Además, el Ministerio de Comercio y la Administración de Aduanas de China informaron sobre la imposición de controles a la exportación de minerales estratégicos, como tungsteno, telurio, rutenio y molibdeno, bajo el argumento de "proteger la seguridad nacional". Estas acciones representan un nuevo episodio en la escalada de tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.
Por su parte, Estados Unidos ha establecido un arancel adicional del 10% sobre todas las importaciones chinas. El presidente Trump justificó estos nuevos aranceles como una medida para presionar a China a detener la distribución de fentanilo hacia Estados Unidos. "China tiene que dejar de enviarnos fentanilo. Si no lo hacen, los aranceles van a subir aún más", advirtió Trump el 3 de febrero.
El gigante asiático, por su parte, calificó la crisis del fentanilo como una "cuestión interna" de Estados Unidos. Estas medidas y declaraciones indican una intensificación en la confrontación comercial y política entre ambos países.