Rosario Central volvió a demostrar su poderío en los Clásicos y sumó una nueva victoria en el Parque Independencia, derrotando 2-1 a Newell’s en un partido que dejó realidades opuestas: un Canalla fortalecido, líder de su zona, y un conjunto leproso sin rumbo y con un entrenador que parece tener las horas contadas.
El equipo de Ariel Holan supo aprovechar sus momentos en un encuentro donde el local intentó reaccionar, pero sin claridad. “Otra estocada canalla”, podría decirse, ya que con este triunfo Central hilvanó su cuarta victoria consecutiva en el Clásico y dejó a su rival sumido en la desesperación.
Un partido con emociones y dos caminos opuestos
El primer tiempo fue un reflejo de lo que se vería a lo largo del partido. A los 17 minutos, tras un preciso centro de Malcorra, Quintana ganó en el área y su cabezazo encontró a Duarte en el segundo palo, quien definió para el 1-0. Pese a la revisión del VAR, el gol fue convalidado, ya que Montero habilitaba al juvenil canalla.
Desde ese momento, el peso del partido cayó sobre Newell’s, obligado a reaccionar en su casa. Sin embargo, el equipo de Soso se mostró sin ideas y con un Banega demasiado retrasado, dejando la ofensiva librada a arrestos individuales de Silvetti y pelotazos a González.
En la segunda parte, el ingreso de Maroni le dio un poco más de movilidad al equipo leproso, pero la historia no cambió demasiado. El arquero Broun respondió bien ante un intento de Sotelo, mientras que Central, cómodo con el resultado, esperaba su oportunidad.
Y la chance llegó. Otra pelota parada ejecutada con maestría por Malcorra, otra vez Quintana ganando en el aire y, esta vez, el testazo final de Campaz para sentenciar el 2-0. Newell’s empujó con más orgullo que juego y llegó al descuento con un remate de larga distancia de Banega, pero no fue suficiente.
El fin de un ciclo en Newell’s y un Central que ilusiona
Con esta derrota, Newell’s profundiza su crisis. Cinco caídas en seis partidos y, lo más doloroso, la derrota en el partido más importante del año. Soso no le encontró nunca la vuelta al equipo y el reclamo de la gente al final del partido dejó en claro que su ciclo parece terminado.
Del otro lado, Central sigue en alza. Líder de su zona con cuatro victorias y dos empates, con un equipo que se adapta a cada partido y con Holan cumpliendo una de las mayores exigencias del hincha: ganar el Clásico. La ilusión auriazul crece y la Lepra se hunde en la incertidumbre.
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