Barra brava de Newell's: los vínculos por los que la Justicia puso la lupa sobre la dirigencia
La relación entre dirigentes y barras imputados por asociación ilícita está comprobada. Desde Fiscalía anunciaron que investigarán si hubo delitos.
Fiscales provinciales han comenzado una exhaustiva investigación sobre los vínculos entre dirigentes de Newell's y la barra brava del club, en el marco de la imputación a Máximo Ariel "Guille" Cantero como líder de una organización ilícita que manejaba actividades relacionadas con el fútbol. Cantero, quien lidera la banda narco Los Monos, y otras diez personas fueron acusados de conformar una estructura criminal que obtiene ganancias de actividades vinculadas al club y recibe pagos por parte de la dirigencia. En la causa, constan evidencias de conversaciones entre miembros del paravalanchas, vocales del club y el presidente Ignacio Astore, lo que sugiere una relación consolidada entre ellos.
Desde hace años circulan rumores sobre el control de la barra brava leprosa por parte de Los Monos, pero este viernes se formalizó judicialmente con la imputación a Guille Cantero. Los fiscales Franco Carbone y Adrián Spelta lo ubicaron al mando de la organización desde la cárcel de Marcos Paz, donde tomó decisiones clave, como la elección de la facción de la hinchada que estaría a cargo. Esta decisión generó tensiones que derivaron en hechos violentos en Rosario.
El control de la tribuna de Newell's y de negocios ilícitos en la barra fue asignado por los fiscales al jefe de Los Monos, Ariel "Guille" Cantero.
La estrategia de Cantero incluía la organización de un sistema de recaudación mediante diversas actividades, tales como "el cobro de dinero recibido por la dirigencia de la institución deportiva ante cada partido disputado de local, la reventa de entradas de protocolos, la organización de eventos, el cobro por estacionamiento en lugares públicos y el cobro de comisión por la venta de comidas y bebidas en carritos", de acuerdo con los investigadores. La dirigencia de Newell's aparentemente aceptó vincularse con la facción de la barra elegida por Cantero.
Las evidencias presentadas indican que la relación entre la barra y miembros de la comisión directiva de Newell's ha sido estable durante un largo período, aunque se tensó en medio de una interna. En especial, en 2024, cuando una facción disidente, liderada por Alejandro "Rengo" Ficcadenti, intentó apoderarse del paravalanchas con el apoyo, presuntamente, de Cantero. En ese momento, el control de la barra estaba en manos de Leandro "Pollo" Vinardi, quien también está detenido. A pesar de las disputas internas, todos los involucrados están imputados en la misma causa por asociación ilícita.
Vínculos comprobados
Los fiscales cuentan con pruebas que incluyen conversaciones entre los miembros de la barra y la dirigencia del club, incluyendo al presidente Ignacio Astore, quien inicialmente declaró como testigo, pero luego indicó que había sido víctima de extorsiones. En esas extorsiones, Astore afirmaba haber pagado 1.500.000 pesos por partido y entregado 1.700 entradas por cada encuentro de local. Las investigaciones determinarán si este vínculo de pago a cambio de protección o favores generaba algún beneficio para la dirigencia.
Las pruebas obtenidas de teléfonos incautados, como el de Ficcadenti, revelan conversaciones que detallan cómo miembros de la barra se comunicaban con Astore. En una conversación del 21 de julio de 2024, Ficcadenti relató que Astore le había confirmado que "él va a cumplir como se habló, que lo único que él no quiere es que haya lío en el club adentro ni el día del partido", sugiriendo que Astore estaba dispuesto a ceder para evitar disturbios en los partidos.
Otro miembro de la comisión, Gustavo Adolfo Beretta, también fue involucrado en estas negociaciones, revelando el grado de intimidad con los dirigentes que mantenía la barra.
La decisión final
En medio de esta tensa situación, el 23 de julio de 2024, Guille Cantero decidió mantener a Luciano "Lucho" Gallardo al frente de la barra, lo que resultó en la anulación del intento de Ficcadenti de apoderarse del paravalanchas. En consecuencia, la barra lanzó bombas de estruendo después del partido contra Independiente de Rivadavia, lo que fue interpretado como un mensaje de presión a la dirigencia. Además, María Fernanda Corte, otra vocal del club, sufrió un ataque a tiros en su casa, lo que agravó aún más la situación.
A pesar de la violencia y los conflictos internos, la dirigencia de Newell's continuó realizando pagos a la barra, como lo demuestra un pago de 1.500.000 pesos después del partido contra Independiente. Días después, hubo otro pago de 3 millones de pesos como compensación por la suspensión de un evento organizado por la barra.
Este panorama de corrupción y violencia continúa siendo investigado por la Justicia, que tendrá que determinar el alcance de la relación entre la dirigencia de Newell's y la barra brava, y si esta conexión llevó a la comisión de delitos adicionales.