El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró que intentará eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento, como parte de su estrategia para controlar la crisis migratoria en el país. Estas declaraciones se dieron durante su primera entrevista tras ganar las elecciones presidenciales en noviembre.
En sus declaraciones, Trump afirmó que uno de sus objetivos principales será acabar con el derecho de ciudadanía y con la Enmienda 14, que lo consagra. “La vamos a tener que cambiar. Vamos a tener que volver al pueblo y la tenemos que terminar la enmienda. Somos el único país que la tiene”, destacó.
El republicano recordó que durante su primer mandato consideró eliminar este derecho mediante una orden ejecutiva, pero la llegada de la pandemia de COVID-19 alteró sus planes. Ahora, con un nuevo mandato en puerta, esta medida vuelve a ocupar un lugar central en su agenda migratoria.
Un giro para los "dreamers"
En contraste con su postura sobre la ciudadanía por nacimiento, Trump expresó su intención de permitir que los jóvenes protegidos por el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), conocidos como "dreamers", permanezcan en Estados Unidos.
Trump señaló que algunos de estos jóvenes ya no son tan jóvenes, y que en muchos casos han prosperado en el país. “Tienen buenos trabajos. En algunos casos tienen pequeñas empresas. En otros casos, pueden tener grandes empresas. Y vamos a tener que hacer algo con ellos”, comentó. Asimismo, mencionó que planea trabajar con líderes demócratas para alcanzar un consenso sobre este tema.
Con estas declaraciones, Trump marca un enfoque mixto en su política migratoria, combinando propuestas estrictas con cierta apertura hacia sectores específicos de la comunidad migrante.