En un contexto de tensión política, Guillermo Francos y Victoria Villarruel mantuvieron este miércoles un encuentro privado en el Senado. Este es el primer acercamiento significativo entre ambos tras las declaraciones del presidente Javier Milei, quien acusó a Villarruel de estar “cerca de la casta” y afirmó que su relación era puramente “institucional”.
Francos llegó al Parlamento con anticipación, ingresando 45 minutos antes de lo programado. Fue guiado al despacho de Villarruel, en el primer piso del Palacio Legislativo. Según fuentes cercanas, la reunión transcurrió en un ambiente distendido, con café, medialunas y agua mineral como únicos acompañantes del diálogo. “Estuvo bien la reunión”, comentaron allegados a los funcionarios.
En el encuentro, sin testigos directos, se conversó sobre cómo apaciguar las tensiones entre la Casa Rosada y la Vicepresidencia. Posteriormente, Villarruel acompañó a Francos a una reunión con los presidentes de bloque en el Salón Gris, para luego cruzar juntos los pasillos hacia el recinto del Senado, donde Francos presentó su informe de gestión.
Durante la sesión, Villarruel mantuvo su rol institucional al abrir el acto, entonar el Himno Nacional y dar paso a la exposición del jefe de Gabinete. Este gesto de coordinación parlamentaria buscó contrarrestar las recientes declaraciones de Milei, quien definió la relación entre ambos como limitada a “lo institucional”, sugiriendo que la vicepresidenta pertenece al “círculo rojo de la casta”.
El vínculo entre Villarruel y Milei, que en el inicio de la gestión era cercano, ha mostrado un deterioro en los últimos meses. Francos ha asumido el rol de intermediario, especialmente tras las polémicas generadas por las declaraciones de Villarruel respecto a Francia como país “colonialista”. Desde la Casa Rosada intentan minimizar los conflictos internos, reformulando las palabras del Presidente y resaltando la importancia de la cooperación institucional.
Villarruel, por su parte, planea detallar próximamente su rol en el Congreso, enfatizando su respaldo a las políticas de Milei, evitando una confrontación directa y buscando mantener la estabilidad en un contexto político volátil.