El conflicto en Aerolíneas Argentinas sigue escalando, con nuevas cancelaciones de vuelos, tensiones salariales y un enfrentamiento por las licencias de los pilotos. Solo en los primeros dos días de esta semana, la aerolínea suspendió 30 vuelos. Fuentes de la empresa y de los sindicatos anticipan que la situación podría empeorar, ya que la mesa de negociación que intentaba resolver el conflicto se levantó y el proceso volvió a “foja cero”. A esto se suma una medida de fuerza que afectará la habilitación de más de 300 pilotos debido a la suspensión de clases en los simuladores de vuelo.
El problema de fondo es de índole salarial y político. Según un volante distribuido por los comandantes de Aerolíneas, “la inflación acumulada desde octubre de 2023 a septiembre de 2024 fue del 209%. La actualización salarial fue del 65%. Eso significa que, en el acumulado, nuestros salarios están atrasados un 90%”.
Después del paro general de transporte la semana pasada, se celebró una reunión entre los gremios, la empresa y autoridades del gobierno, pero aún no hay acuerdo en el tema salarial. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) reclama un aumento del 40%, mientras que la empresa ofrece un 11%, “en línea con lo que recibió toda la administración pública”, indicaron. Sin embargo, desde el gobierno señalaron que podría haber un margen para un aumento salarial, siempre y cuando se modifiquen algunos convenios laborales que acerquen a la compañía a las condiciones de productividad de la industria.
Entre las posibles modificaciones, Aerolíneas propone cambiar ciertos beneficios de los pilotos, como el transporte privado desde sus hogares hasta el aeropuerto, por un sistema de viáticos, similar al que implementan otras aerolíneas. No obstante, las reuniones de negociación no han logrado avances sustanciales, y el viernes pasado se iniciaron nuevas reuniones técnicas con citas previstas para los próximos días.
A raíz de las medidas de fuerza en los simuladores, más de 2,000 pasajeros se vieron afectados por las cancelaciones de vuelos. En el gobierno calificaron de “indigerible” la continuidad de las protestas, tras los intentos de acercamiento con el sindicato.
De cara al futuro, tanto la empresa como APLA confirmaron que seguirán las cancelaciones, aunque aún no se sabe cuántos vuelos se verán afectados, ya que depende de la disponibilidad de pilotos y las guardias. El sindicato, por su parte, ha aclarado que no hay “medidas en las operaciones”, pero sí un paro en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos hasta el 10 de noviembre, lo que afectará la habilitación de los pilotos. Esta situación podría agravarse en diciembre, cuando se estima que más de 300 pilotos perderán su habilitación para volar. El sindicato justifica esta medida al señalar que “las acciones fueron anunciadas y programadas con antelación, y la empresa siguió vendiendo boletos”.
Para evitar nuevas cancelaciones, Aerolíneas ha propuesto que el sindicato permita que otros pilotos no inicialmente programados asuman los vuelos. Sin embargo, desde APLA aseguran que la única forma de resolver la situación es ser convocados nuevamente a la mesa de negociación salarial.
