En un movimiento inesperado, el gobierno de Nicolás Maduro ha ordenado la expulsión del personal diplomático argentino de la embajada en Caracas, como represalia por las críticas vertidas sobre el proceso eleccionario reciente. Ante esta situación, Brasil ha aceptado asumir la representación de los intereses argentinos y la custodia de la sede diplomática, incluyendo la protección de los dirigentes opositores que se encuentran asilados en el lugar.
El personal diplomático argentino partirá de Venezuela hoy a las 15 horas, en un vuelo que hará escalas en Lisboa y Madrid antes de llegar a Buenos Aires. La Cancillería argentina ha confirmado la salida de los funcionarios en un comunicado, agradeciendo la "generosidad del Gobierno brasileño" por su apoyo en esta situación de emergencia. El comunicado subraya los históricos vínculos de amistad entre ambas naciones, recordando el apoyo de Brasil a Argentina durante la guerra de Malvinas.
Mientras tanto, continúan las negociaciones para asegurar un salvoconducto que permita a los opositores asilados en la embajada argentina ser trasladados a otras sedes diplomáticas de países de la Unión Europea. Este traslado es necesario debido al "incumplimiento del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático", según se menciona en el comunicado de la Cancillería.
La asistencia de Brasil también incluye la protección de la Residencia Oficial del embajador, sus bienes y archivos, y los intereses de los nacionales argentinos en territorio venezolano, conforme a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963.
En un ámbito más amplio, la Organización de los Estados Americanos (OEA) no alcanzó un consenso para aprobar una resolución que pedía transparencia al régimen de Maduro. Países como Colombia y Brasil se abstuvieron, mientras que México estuvo ausente en la votación.
