El Gobierno busca ahorrar $8000 millones con la boleta única y frenar “negocios” de los partidos políticos. Foto: Télam.
En la primera semana de agosto, el Gobierno argentino intentará avanzar con la reforma electoral en el Congreso, presentando un paquete de iniciativas que incluye la implementación de la Boleta Única Papel (BUP). Este proyecto, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, busca ser convertido en ley durante el segundo semestre del año.
Desde el oficialismo, se argumenta que la BUP no solo reducirá significativamente el gasto en impresión de boletas, estimado en más de $8000 millones, sino que también impactará la logística y las prácticas de los partidos políticos. La nueva metodología tiene como objetivo frenar las prácticas cuestionables asociadas al financiamiento de boletas por parte de los partidos, quienes, en ocasiones, no destinaban los fondos asignados a la impresión efectiva de las boletas.
A diferencia del sistema actual, donde cada partido se encarga de imprimir sus propias boletas, la BUP será distribuida exclusivamente por el Estado, y solo estará disponible en las mesas de votación el día de la elección. Cada boleta estará troquelada y numerada, garantizando su conformidad y cantidad suficiente para los electores del distrito, más un 5% adicional para reposición.
El oficialismo muestra optimismo respecto a alcanzar un acuerdo con los bloques opositores para modificar el proyecto aprobado en Diputados en 2022. Esta modificación incluiría la eliminación del casillero único que permite votar por una lista completa con una sola marca. Esta propuesta, respaldada por la senadora Mónica Silva y algunos senadores de Misiones, podría facilitar la aprobación del proyecto en el Senado.
El modelo de Boleta Única que se prevé implementar a nivel nacional es el utilizado en la provincia de Córdoba. Esta modalidad permite elegir un partido con una sola marca en diversas categorías, y el orden de los candidatos se sortea. A pesar de los avances, el Senado aún está dividido, con un empate actual de 36 a 36, y la senadora Victoria Villarruel no puede desempatar en este caso.
En 2023, el gasto en la impresión de boletas ascendió a $13.000 millones. El Gobierno estima que con la Boleta Única se podría ahorrar alrededor de $8000 millones al reducir la cantidad de boletas impresas, los costos de logística y el material de embalaje. Además, se anticipa que esta medida tendrá un impacto positivo en el medio ambiente, dado que en las elecciones legislativas de 2021 se imprimieron 1100 millones de boletas, equivalentes a 100 mil toneladas de papel.
La implementación de la BUP también busca limitar la influencia de los partidos que utilizan las boletas para movilizar a su militancia o que emplean los fondos estatales para otros fines. La medida pretende evitar prácticas cuestionables y asegurar un uso más transparente de los recursos destinados a las elecciones.