El Gobierno ha tomado la decisión de flexibilizar el ingreso de productos textiles y electrodomésticos como parte de su estrategia para introducir competencia en el mercado y reducir los precios de estos bienes. A través de dos resoluciones, el Ministerio de Economía ha eliminado la obligatoriedad de que una lista de productos pase por el "canal rojo normativo" de la Aduana, argumentando que este proceso administrativo generaba costos adicionales.
Esta medida implica relajar los controles para el 36% de los productos y bienes de importación que anteriormente estaban sujetos al máximo nivel de control realizado por el organismo de control de comercio exterior. Estos bienes, principalmente procedentes de China, ya están sujetos a penalidades antidumping, lo que implica el pago de aranceles más elevados según las normativas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) debido a prácticas de competencia desleal.
Anteriormente, los productos canalizados hacia el "canal rojo" implicaban costos adicionales para los importadores, con el objetivo de proteger la competencia con productos de valor agregado local. Sin embargo, ahora estas mercancías estarán sujetas a verificaciones aleatorias establecidas por la Aduana para todo el universo arancelario.
Según la Secretaría de Comercio, esta medida reducirá los costos por contenedor en aproximadamente US$1.200, lo que representa un 2,5% del valor promedio de la mercadería importada en un contenedor. Se espera que esto beneficie tanto a los importadores como a los consumidores, al agilizar los procesos aduaneros y reducir los costos asociados.
La eliminación de esta normativa abarca al 36% de las operaciones de importación enviadas al canal rojo, que representan un 7% del total de las operaciones de importación en el país. Esta medida se espera que tenga un impacto significativo en la dinámica del mercado, fomentando la competencia y promoviendo una mayor disponibilidad de productos a precios más accesibles para los consumidores.