Es Tiempo de Viajar, Hoy Bosnia & Herzegovina

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El tiempo que quedaba de vacaciones lo usamos para conocer parte del país, porque ya habíamos estado en Mostar y la Virgen de Medugorje y esta vez le tocaba el turno a su capital: Sarajevo.

La mayoría de los conflictos en Los Balcanes, se produjeron a lo largo de los siglos por motivos políticos o religiosos.

El nombre “Bosnia” posiblemente viene del río Bosna que corre por la región y ya los romanos lo conocían como Bossina. Pero “Herzegovina” es de 1404 cuando el noble de la región se hacía llamar Herzog (Duque) de San Sava y “Ovina” (Terreno). O sea Ducado.

Durante un tiempo formó parte del Imperio Austrohúngaro, hasta el final de la Primera Guerra Mundial que justamente se inició en la ciudad Sarajevo, con el asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa.

Toda la región fue administrada por los otomanos y la mayoría de ellos aceptaron el Islam, pero lo mismo sucede con los demás países de la región, hasta que en 1992 logra su independencia bajo el nombre: Bosnia & Herzegovina.

Los pueblos son parecidos en Los Balcanes, pero la diferencia radica en la religión: Los croatas son católicos, los serbios son ortodoxos y los bosnios son musulmanes sunitas.

Tras el referendo pro-independencia del 1 de marzo de 1992, los bosníacos (bosnios musulmanes), los bosniocroatas (de Bosnia y Herzegovina) apoyaron la independencia, pero la mayoría serbobosnia (apoyados por serbios de la ex Yugoslavia) se opusieron y comenzó la Guerra de Bosnia en un intento de creación de la Gran Serbia. Como verás el sistema es muy complejo, justamente por la religión y por su origen de nacimiento.

La guerra, que marcó la derrota serbobosnia, ocupó el 70% del territorio de manera muy violenta, donde se realizó una tremenda limpieza étnica que consistía en la eliminación total de los musulmanes.

El número de víctimas fue manipulado durante años por los bosniacos a la comunidad internacional, con 250.000 muertos y unos 2.5 millones de refugiados, pero según datos del Tribunal Penal Internacional de la ex -Yugoslavia el número de víctimas real fue de unos 100.000 muertos. De todas maneras fueron muchos muertos.

Actualmente el país sigue con divisiones, como vimos en Mostar, donde la policía está dirigida por idiomas y los distintos poderes y administraciones, están separados.  

Pero en la capital existe un Parlamento Bicameral, donde el presidente es elegido en un régimen rotativo entre los representantes de cada una de las etnias: bosnias, serbias y croatas, como miembros de la presidencia. El parlamento se compone de dos cámaras. Una Cámara de los Pueblos con un total de 15 miembros (5 por cada etnia) y la Cámara de los Representantes con 42 miembros, 28 de la federación y 14 de la Región Bosnia de Srpska. Sin embargo, el ejército de etnias, fue obligado a desarmarse, para conformar una fuerza unificada, junto con el de la República de Srpska (una de las región de Bosnia) y defienden las regiones y las fronteras. Una cosa rara ¿no?

En Bosnia & Herzegovina hay varios problemas medioambientales: como contaminación atmosférica gracias a las plantas metalúrgicas y centrales eléctricas de carbón, hay falta de conciencia ambiental, deforestación intensiva, tala ilegal indiscriminada, vertederos muy limitados y tratamiento de aguas residuales en muy malas condiciones. Además es común encontrarse aún con minas terrestres que vienen de la época de la guerra civil (1992-1995).

En la guerra de Bosnia se mezclaron enfrentamientos étnicos y los religiosos.

Bosnia-Herzegovina era la más heterogénea de todas las repúblicas de la antigua Yugoslavia y esa mezcla explica la crueldad de la guerra ya que al proclamarse la independencia de Bosnia, Serbia manifestó su determinación de defender a su población serbia en Bosnia, por lo que comenzó un intenso bombardeo sobre Sarajevo y los alrededores. Para junio de 1992, los serbios dominaban dos tercios del país por lo que un millón de personas tuvieron que abandonar sus hogares.

El conflicto se complicó más aún ya que en un principio, los croatas de Bosnia apoyaron a la población bosnia musulmana, pero a comienzos de 1993 se enfrentaron entre sí.

El conflicto duró hasta marzo de 1994 y la actuación croata tampoco estuvo exenta de episodios de crueldad y limpieza étnica, entre ellas se destaca el asedio y bombardeo de Mostar, incluida la destrucción de su famoso puente del siglo XVI. Como dijimos en notas anteriores, de un lado del puente viven los musulmanes con todas sus tradiciones y del otro viven los croatas con su modernidad.

Los croatas también atacaron a los musulmanes en Stolac, pero las tropas musulmanas, con un pequeño contingente extranjero de muyahidines, profanaron iglesias y arrasaron pueblos croatas en la zona de Travnik.

En 1992, la ONU desplegó una fuerza de ayuda humanitaria y organizó evacuaciones con el objetivo de evitar esa limpieza étnica. Para muchos, ese trabajo no fue efectivo. A tal punto que se crearon zonas seguras tanto para la población civil como para la militar. Una de ellas fue Srebrenica, que a pesar de considerarse zona segura, fue invadida por tropas serbias y allí mismo asesinaron a unas 8.000 personas. Se buscaba la eliminación de varones bosnios musulmanes pero la masacre incluyó el asesinato de adolescentes, niños y ancianos. Para muchos, esta fue la mayor matanza en Europa después de la II Guerra Mundial.

El término “Zona Segura” fue mal empleado, porque cuando la OTAN autorizó ataques aéreos para proteger las zonas, los serbobosnios respondieron capturando a 300 Cascos Azules encadenándolos a los posibles objetivos.

La guerra fue extremadamente cruel con matanzas, limpiezas étnicas, deportaciones masivas, genocidios, violaciones, destrucciones. En los tres años que duró la guerra se calcula que murieron unas 250.000 personas y 2.500.000 fueron desplazados.

 

Sitio de Sarajevo

Sarajevo, capital de Bosnia & Herzegovina, es el centro político, cultural y económico.

La importancia estratégica de la ciudad era innegable, porque representaba un símbolo de poder para las partes involucradas en la lucha armada. Desde las primeras etapas del conflicto se presenciaron violentas muertes que quedaron en la memoria de todos sus habitantes.

A mediados de 1992, los serbios instalaron barricadas alrededor y dentro de la ciudad. Los seguidores de la República de Bosnia-Herzegovina ocuparon lugares estratégicos. Sin embargo, la violencia comenzó a partir de abril de 1992, luego que la Comunidad Europea reconociera la independencia del país, los militares del Ejército Yugoslavo realizaron ataques estratégicos, utilizando artillería pesada sobre medios de transporte, edificios gubernamentales y comunicaciones y aseguraron el control del aeropuerto de Sarajevo.

Por su parte, los serbios tomaron el control de las rutas de entrada y conexión a la ciudad mediante bloqueos de carreteras y caminos. Este cinturón militar les permitió tener el dominio casi absoluto del tráfico de personas y bienes que fluían a Sarajevo.

Durante casi 3 años, los serbios mantuvieron sitiada la ciudad y los más afectados fueron los civiles, ya que todas las facciones involucradas en el conflicto adoptaron como estrategia de combate esparcir terror entre la población, esperando que esa presión llegara a los líderes de los distintos grupos y los impulsara a rendirse.

Los serbios, además de terror, buscaban afectar las viviendas para que la gente ya no quiera habitar ahí. Como parte de esa estrategia se instalaron francotiradores y cruentos ataques con bombas a la población. Los habitantes debían moverse lo menos posible y realizar sus tareas por la noche. La gente intentó sobrevivir sin agua, comida, medicinas, gas ni electricidad y los sótanos de los edificios fueron convertidos en casas o escuelas. De todas maneras más de 12.000 personas fueron asesinadas, incluyendo cerca de 1.500 niños, además de miles de desaparecidos y mujeres que fueron violadas.


En Sarajevo al Boulevard Mese Selimovica, se le llamó Avenida de los Francotiradores, ya que, entre 1992 y 1995, fue tomada por francotiradores serbios que le disparaban a cualquier persona, tanto civil como militar, que pasara por allí. El sitio está rodeado de edificios de gran altura que daban a los francotiradores un amplio rango de disparo sin obstáculos entre la posición de la víctima y el francotirador. En este sector, todos los edificios y ventanas, aún hoy se pueden ver las marcas de las balas disparadas.

La única manera de cruzar la calle era esperar que llegaran los blindados de las Naciones Unidas y caminar junto a ellos usándolos como escudos o atravesar la vía en automóviles a alta velocidad esquivando obstáculos. Aun así, de acuerdo a la información conocida hasta 1995, los francotiradores hirieron a 1.030 personas y asesinaron a 225, de las cuales 60 fueron niños. En Bosnia, también existieron campos de detención y quienes escapaban de los ataques serbios eran obligados a marchar a esos centros y durante el recorrido, musulmanes y croatas eran separados de las columnas y ejecutados frente a los demás, sin mediar ningún juicio o disturbio. Solo por el gusto de asesinar.

Esos centros de detección se caracterizaban por la sobrepoblación de instalaciones, en los que el número de prisioneros excedía la capacidad de personas que podían dormir en una habitación y esto generaba que los detenidos tuvieran que permanecer largas horas de pie o que no pudieran recostarse ni sentarse en el suelo. Asimismo, carecían de servicios sanitarios, ya que la mayoría de ellos estaban restringidos para los guardias. Habitualmente, los prisioneros eran objeto de abusos y maltratos a manos de guardias y los reclusos se veían forzados a usar los baños llenos de suciedad, además acceder a los retretes de noche era realmente peligroso, debido a las agresiones físicas y sexuales. A la par de los abusos humanos, los prisioneros eran alimentados una vez al día con raciones inapropiadas para las necesidades humanas mínimas y algunos días ni siquiera había víveres suficientes para repartir estas raciones ya que a medida que aumentaban los prisioneros, disminuía la comida disponible y lo mismo sucedía con el agua.

Los guardias abusaban de las víctimas y las maltrataban.

Muchas mujeres retenidas dentro del campo fueron víctimas de abusos sexuales. Los hechos de violencia sexual se perpetraban en las afueras del hangar que servía como dormitorio de prisioneros. Incluso, en algunos casos, se permitía la entrada a personas externas al campo sólo para violar a las mujeres recluidas.

 

Que ver en Sarajevo

Dejemos un poco de lado esa parte triste de la guerra y vayamos a visitar Sarajevo, un sitio donde se enlaza Oriente y Occidente, con una arquitectura que mezcla el Imperio otomano con el austríaco, con aroma a café en sus calles, mezclado con el tradicional Burek (pastel relleno de carne o queso) y el Cevapi (tiras de carne picada servida en un pan), cubierto con el Urnebes (pate de queso y pimiento picante).

Sarajevo muestra un singular crisol de razas en cada vuelta de la esquina.

Para muchos, es una ciudad muy turística, elegante y moderna de lo que se piensa y tiene muchos sitios para visitar.

Uno de ellos es el Bascarsija, que hace referencia al casco antiguo donde existe el viejo bazar otomano que viene del siglo XV. Algunos lo llaman Barrio Turco y en el centro se encuentra la Fuente Sebilj, construida en madera y piedra en 1753 y según cuenta la leyenda, quien bebe de esa fuente, tarde o temprano regresará a Sarajevo.

Otro sitio a visitar son las mezquitas y la verdad es que hay muchas y muy cerca unas de otras. Una de las más conocidas es la Mezquita Gazi Husrev Bey, que debe su nombre a su principal benefactor y es el lugar de culto por excelencia para los musulmanes.

Fue construida en 1531 y es considerada uno de los más bellos ejemplos de arquitectura otomana pese a haber sufrido numerosas restauraciones tras el Sitio de Sarajevo. Pero también hay otras como la Mezquita del Emperador o la de Ali Pasha.

Nosotros visitamos la Mezquita de Ferhadija, sobre la peatonal que lleva su nombre. Lo curioso fue tomar un café ahí con el cementerio musulmán detrás, en la puerta de esa mezquita.

Al ser ciudad multiétnica, podes visitar la Iglesia Catedral de la Natividad de la Santísima Madre de Dios, que es la Catedral Ortodoxa finalizada en 1872. Pero también está la Catedral del Sagrado Corazón, que a pesar de no ser un edificio bonito, es el templo católico más importante del país. Está construida en mezcla de estilos románico y gótico y fue severamente dañada durante la guerra, pero hoy vuelve a lucir nueva tras años de restauraciones. Y por supuesto también está cerca la Sinagoga de Sarajevo y hoy es uno de los pocos templos en Bosnia dedicados al judaísmo, una religión minoritaria.

En Sarajevo existe un puente construido en el siglo XVI, que en sus orígenes fue realizado en madera y más tarde en piedra. Pero si por algo es famoso éste Puente Latino no es por ser antiguo, sino por haber sido testigo del asesinato del Archiduque Francisco Fernando y a su esposa Sofía Chotek, un hecho que desencadenó la I Guerra Mundial. Incluso hay una placa que recuerda el lugar exacto en el que el bosnio Gavrilo Princip realizó los mortales disparos a escasos metros del puente en el año 1914.

Los culpables del hecho fueron capturados y juzgados.

Los mayores fueron condenados a morir en la horca y otros a cadena perpetua.

Princip que en esa época tenía 19 años fue condenado a 20 años de prisión, pero murió 4 años después a causa de tuberculosis.

Sin embargo, en el año 2015, el ex presidente serbio Tomislav Nikolic describió a Princip como combatiente y héroe de la libertad, aunque muchas personas, fuera de Serbia lo siguen considerando un terrorista. De todas maneras, en sitios de Bosnia y de Serbia se levantaron estatuas en honor a Princip.

Francisco Fernando fue enterrado con su esposa en el panteón familiar del Palacio de Artstetten, en Austria. El automóvil Gräf & Stift Double Phaeton en el que viajaba al momento del tiroteo, así como el uniforme que usaba en esa ocasión, se encuentran en el museo de Historia Militar de Viena.

Sarajevo es una ciudad con mucha historia y tiene varios museos dignos de conocer, como el Museo Sarajevo 1878-1918 que conserva en exhibición parte de la ropa que vestía Gavrilo Princip cuando cometió el doble asesinato. Nosotros visitamos el Museo de los Crímenes de Lesa Humanidad y Genocidio 1992-1995, que ofrece una visión ilustrativa de la escala de los crímenes cometidos, así como del carácter de la guerra en Bosnia y Herzegovina. La exposición está dividida en 12 salas temáticas y muestran el sufrimiento civil. Los crímenes cometidos durante la última guerra se presentan a través de fotografías, documentos, objetos personales de las víctimas, mapas interactivos, réplicas, vídeos, testimonios, simulaciones y documentales.

La exhibición también muestra mensajes enviados a través de la Cruz Roja, así como artículos personales de cientos de víctimas encontrados en fosas comunes.


Otro sitio que visitamos fue el Túnel de la Esperanza, ubicado en las afueras de la ciudad. Fue excavado en 1993 para conectar el centro de la ciudad sitiada por los bosnios.

El túnel atravesaba bajo tierra el aeropuerto, ocupado por la ONU desde un año antes y se extendía 800 metros bajo tierra. La construcción del túnel permitió el flujo de gente y la entrada de alimentos a la ciudad.

Cruzar el túnel no era nada sencillo, puesto que una vez fuera había que evitar a los francotiradores que se encontraban allí apostados.

El túnel se comenzó a construir en secreto, pero cuando los atacantes se enteraron del túnel, comenzaron a atacar la zona. Aun así al túnel se le agregó un sistema de drenaje de agua, se le puso iluminación y un sistema de ventilación, también se le instaló vías de tren y carritos para acarrear cosas. Cada día más de 3.000 personas lo cruzaban en busca de la libertad y una nueva vida.

Hoy el túnel está cerrado, pero sólo 25 metros están habilitados para quien lo quiera visitar. El sitio se completa con salas donde se exponen objetos que se utilizaron para la construcción del túnel.

Sarajevo fue una ciudad golpeada durante mucho tiempo y cuando se camina sus calles aparecen en el piso las llamadas Rosas de Sarajevo. Donde cada bomba que caía sobre el pavimento hacía un cráter y las esquirlas también herían el piso y a las personas que por allí pasaban formando un patrón más o menos circular.

Con el tiempo esos huecos se llenaron con resina roja generando así una especie de rosa de sangre y de dolor, pero al mismo tiempo era una idea de floración y visibilidad de nueva vida.

Según se sabe, a lo largo del asedio cayeron sobre la ciudad unos 330 morteros por día. Muchos lograron el terrible objetivo de muerte y destrucción, 35.000 edificios fueron totalmente destruidos en Sarajevo y casi todos sufrieron daños, el 40% de la población huyó, unas 12 mil personas murieron y hubo muchas víctimas de los francotiradores, además más de 20.000 mujeres y niñas bosnias fueron violadas por tropas serbias y algunas transformadas en esclavas sexuales y torturadas por meses.

Muchas víctimas cayeron en ataques masivos y Sarajevo los quiso recordar con sus rosas ya que casi no quedan parques, porque la mayoría de ellos fueron usados a modo de cementerios para dar sepultura a sus muertos.

Hoy a Sarajevo se la ve una ciudad pujante, con nuevos edificios, centros comerciales y empresas internacionales que se instalan acá para generar negocios.


Casco antiguo de Mostar

Como te contamos en informes anteriores, el ejército croata destruyó en 1993, éste puente del siglo XVI del centro de Mostar que evidenció el desgarrador sinsentido de la guerra civil en Yugoslavia, su minuciosa reconstrucción fue símbolo de la etapa posterior al conflicto. El encantador barrio otomano se reconstruyó totalmente y volvió a ser un pintoresco mosaico de mezquitas de piedra, puestos de recuerdos y cafés.

Este Puente Viejo es uno de los monumentos históricos más famosos de la antigua Yugoslavia y está considerado como símbolo de la época otomana, durante el reinado del Sultán Solimán El Magnífico. El comandante croata Slobodan Praljak, que había ordenado su destrucción, se suicidó en el 2017 ante un Tribunal Penal Internacional que ratificaba su condena a 20 años de prisión por esa acción.

Desde el fin de la guerra hasta el comienzo de las obras de reconstrucción, ambos lados de la ciudad permanecieron unidos gracias a un puente provisional que construyeron los ingenieros militares españoles como parte de la misión de paz de la ONU y tiempo después se volvió a crear un antiguo puente basándose en fotografías y planos.

Lo impactante es que a cada lado del puente, una piedra dice: No olvides 1993.

Pero hasta acá llegamos hoy con éste recorrido histórico de Sarajevo, la capital de Bosnia & Herzegovina.

Esperamos encontrarnos nuevamente muy pronto.


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