La Ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, ha confirmado que el país firmará oficialmente su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como uno de los primeros actos del nuevo Gobierno liderado por Javier Milei.
El proceso de ingreso a la OCDE había sido negociado y pactado por la administración de Mauricio Macri en 2016. Sin embargo, durante los cuatro años de la gestión kirchnerista, este trámite fue boicoteado y postergado. En las primeras horas del Gobierno de Milei, se han recuperado los avances diplomáticos efectuados por la administración anterior para destrabar la operación.
La OCDE, formada por 38 economías líderes a nivel mundial, tiene como objetivo coordinar políticas para fomentar la expansión económica y ha sido un referente en la armonización de estándares y recomendaciones económicas.
Argentina, al adherirse a la OCDE, busca fortalecer sus lazos económicos y comerciales con otras naciones miembros.
La organización no impone disposiciones impositivas ni regula sistemas cambiarios o monetarios para sus miembros. Más bien, establece recomendaciones y pautas comunes para las reglas de juego económicas, facilitando así el intercambio comercial y el flujo de capitales entre los países miembros.
Las reformas estructurales propuestas por el presidente Milei, que incluyen desregulación del comercio exterior, la reducción de impuestos distorsivos, una política macroeconómica basada en la estabilidad de precios y una legislación laboral moderna y flexible, están alineadas con muchos de los postulados convencionales que siguen las economías de la OCDE.
Cabe destacar que la adhesión a la OCDE se da en un contexto en el que Argentina también ha expresado un rechazo frontal al grupo de los BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, mostrando una orientación hacia políticas económicas más alineadas con las economías occidentales.
