En el inicio de la transición en la administración del Banco Central de la República Argentina, el presidente saliente, Miguel Pesce, ha anunciado la implementación de la "regla de conformidad previa," una medida que restringe significativamente las operaciones del dólar mayorista, estableciendo prácticamente un feriado cambiario.
Durante el período de vigencia de esta regla, todas las operaciones de cambio estarán sujetas a un análisis de "razonabilidad" y un orden de prioridades, determinados por el Banco Central. El objetivo principal es evitar tensiones innecesarias en los mercados durante la transición entre las gestiones de Pesce y el próximo presidente, Santiago Bausili. La medida también busca prevenir posibles daños a la economía durante este breve período de controles cambiarios.
El feriado cambiario, que implica restricciones significativas en las operaciones del mercado cambiario mayorista, se prolongará hasta que el presidente Javier Milei acepte la renuncia de las autoridades salientes y designe a los nuevos responsables del Banco Central. La medida también pretende dar tiempo al Poder Ejecutivo para completar los trámites administrativos necesarios y anunciar e implementar las políticas que llevarán adelante.
Santiago Bausili, quien reemplazará a Miguel Pesce, asumirá la tarea de revitalizar la reputación del Banco Central, poniendo fin al régimen de dominancia fiscal que ha marcado la política monetaria durante las últimas dos décadas.
El programa fiscal propuesto por Luis Caputo contempla un ajuste de shock para estabilizar las finanzas en un plazo de 12 meses, alcanzando el déficit cero. Simultáneamente, el Banco Central detendrá la emisión monetaria para asistir al Tesoro a través de giros de adelantos transitorios o utilidades.
Además, se planifica la reestructuración de pasivos remunerados para facilitar la liberalización del mercado cambiario, una medida que no se implementa desde 2019 y que sienta las bases para la posible dolarización.