La referencia de Mauricio Macri a los jóvenes como "orcos" y su advertencia sobre la posible aparición de grupos civiles de choque en las calles de Argentina ha generado preocupación y comparaciones con episodios históricos de violencia política en el país.
La mención de "orcos" para describir a los manifestantes y la amenaza velada de enfrentamientos callejeros han sido interpretadas como un intento de deshumanizar a aquellos que se oponen a las políticas de ajuste.
El artículo compara la retórica de Macri con la de Manuel Carlés, fundador y líder de la Liga Patriótica, una organización protofascista que operó en Argentina en la década de 1920. La Liga Patriótica promovió la persecución de judíos, anarquistas, socialistas y extranjeros, utilizando grupos civiles de choque para reprimir huelgas y manifestaciones.
El autor señala que la Liga Patriótica recibió apoyo encubierto del Estado y de la oligarquía agroganadera de la época. Además, destaca dos momentos clave en la historia de la Liga: la represión de la huelga de los Talleres Vassena en 1919 y la participación en la llamada "Patagonia rebelde" en 1920-1922, donde grupos civiles colaboraron con fuerzas estatales para reprimir a trabajadores rurales.
La comparación sugiere que la retórica de "orcos" y la amenaza de grupos civiles de choque podrían anticipar una nueva modalidad represiva en Argentina. La referencia al pasado destaca la preocupación por la posibilidad de que estos grupos, alentados desde el discurso político y protegidos judicialmente, puedan tener un papel activo en la represión de manifestaciones y protestas sociales.
En el contexto actual, se mencionan incidentes recientes, como ataques a bibliotecas populares, locales partidarios y agresiones a personas, como indicios de una posible escalada de violencia protagonizada por estos grupos. La incertidumbre y la indefinición sobre quién liderará los ministerios de Defensa y Seguridad en el próximo gobierno contribuyen a la preocupación y la tensión en el panorama político argentino.
En conclusión, el artículo plantea la necesidad de estar alerta ante la posibilidad de que grupos civiles de choque, respaldados desde ciertos sectores políticos, puedan emerger como fuerzas represivas en el escenario político argentino, reviviendo tácticas utilizadas en la historia del país.
