En una jornada marcada por el giro en la política monetaria, el mercado financiero argentino operó bajo un nuevo escenario. El Banco Central (BCRA) anunció una actualización en las bandas cambiarias, lo que disparó una corrección en las cotizaciones del dólar mayorista y los tipos de cambio financieros.
Nueva estrategia cambiaria y reacción del mercado
La autoridad monetaria decidió que, a partir del 1° de enero, el techo y el piso de las bandas se ajustarán un 2,5% mensual, en sintonía con la inflación de noviembre. Hasta ayer, el ajuste se mantenía fijo en el 1% mensual.
Esta decisión impactó de inmediato en las pizarras. El dólar mayorista escaló a $1.451, mientras que el **dólar MEP** subió a$ 1.504 y el Contado con Liquidación (CCL) se ubicó en $1.535. Por su parte, el **dólar blue** alcanzó los$ 1.500 en la City porteña.
Aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, había negado cambios días atrás, hoy defendió la medida: “El techo de la banda subirá a un ritmo mayor en enero, aunque luego se deslizará a un ritmo más bajo”, explicó el funcionario.
Bonos en alza y señales de pago para enero
A pesar de la tensión cambiaria, los activos financieros locales mostraron solidez. Los bonos soberanos en dólares treparon hasta un 1,9% en Wall Street, permitiendo que el riesgo país tocara los 561 puntos básicos, su nivel más bajo en casi un año.
El optimismo inversor radica en la confianza sobre el pago de los compromisos externos. Caputo ratificó que el Gobierno cuenta con los u$s 4.300 millones necesarios para los vencimientos de enero, recurriendo a compras del Tesoro, líneas de REPO y swaps con China y EE.UU.
“Hoy no es un problema el vencimiento del 9 de enero, incluso hasta podría haber un refinanciamiento”, aseguró el ministro, quien enfatizó su objetivo de eliminar la dependencia argentina del financiamiento tradicional de Wall Street.
Superávit fiscal y cambios en el gabinete económico
El ancla del programa sigue siendo el frente fiscal. En noviembre, el Sector Público Nacional registró un superávit financiero de $ 599.954 millones, acumulando un superávit primario equivalente al 1,7% del PBI en lo que va del año.
Sin embargo, el clima político en el Palacio de Hacienda permanece tenso. Se confirmaron las salidas de Daniel Tillard del Banco Nación y de Juan Pazo de la ARCA. Pazo, mano derecha de Caputo, dejó su cargo en medio de una fuerte disputa con la UIA por deudas impositivas de grandes empresas.
Estos movimientos en el organigrama oficial reflejan la presión por sostener el ajuste en un contexto donde el superávit empieza a mostrar señales de agotamiento, obligando al Gobierno a recalibrar su estrategia frente al sector privado y los organismos de recaudación.
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