La causa por el fentanilo contaminado que causó al menos 124 muertes ha sumado una prueba clave: un video captado por cámaras de seguridad que registra una reunión secreta entre los hermanos Diego y Ariel García Furfaro y Javier Tchukran, director general de los laboratorios implicados. Este encuentro, ocurrido cinco días después de la denuncia penal de la ANMAT, es interpretado por la Justicia Federal como un intento deliberado de encubrimiento para eliminar rastros de la adulteración de sustancias medicinales.
La Reunión Secreta y el Plan de Encubrimiento
El encuentro tuvo lugar el 17 de mayo de 2025 en la casa de Javier Tchukran, director de los laboratorios. El juez federal Ernesto Kreplak, quien procesó con prisión preventiva a los tres protagonistas, incorporó la evidencia tras secuestrar el celular de Tchukran, que contenía las imágenes. La secuencia se produjo días después de la denuncia penal del 12 de mayo por el lote 31202 de fentanilo del laboratorio Ramallo.
El video, ahora una de las pruebas más comprometedoras del expediente, se complementa con una grave declaración del propio Tchukran:
"Además de los mails, hice borrar todo lo que estaba. Por suerte, gracias a Dios. Todo lo que tenemos en los servidores de información, lo borramos todo. No hay un solo gramo de información".
Este accionar fue interpretado por los investigadores como parte de un plan para borrar cualquier rastro que vinculara al laboratorio con el fentanilo contaminado.
Desidia en Controles Internos y Consecuencias Penales
El expediente también reveló una alarmante desidia en los controles internos. Un testimonio clave provino de Eduardo “Ruso” Darchuk, exjefe de producción en Ramallo, quien declaró que, en una reunión interna de mayo, la técnica Adriana Iudica, jefa de control microbiológico, reconoció que una muestra de fentanilo “dio positivo”, pero que no lo informó aduciendo: “La verdad, me olvidé”.
Esta escena, donde también estaban Diego García Furfaro y Tchukran, provocó una airada reacción: “Tchukran empezó a los gritos, Diego también empezó a las puteadas”, relató Darchuk, citando la presunta respuesta del empresario: “¿Por qué no dijiste, boluda? Lo levanto, lo tiro todo a la mierda. Si nosotros levantamos lotes y listo”. La Justicia considera que la falta de reporte oportuno impidió evitar la tragedia.
Los tres protagonistas de la reunión secreta —los hermanos García Furfaro y Tchukran— enfrentan cargos por adulteración de sustancias medicinales agravada por el resultado de muerte, un delito que prevé penas de hasta 25 años de prisión.
Fallas de Producción y Control Estatal
El informe del Instituto Malbrán, fechado en marzo pero ignorado por semanas, alertaba sobre defectos críticos en la producción y esterilidad de los lotes. Las conclusiones fueron lapidarias: los procesos eran “poco robustos” con “riesgos críticos” en el control de calidad. Recién el 11 de mayo, con las muertes ya multiplicadas, se ordenó la clausura del laboratorio.
El Malbrán identificó gérmenes peligrosos como Ralstonia mannitolilytica y Klebsiella pneumoniae MBL NDM-5, capaces de generar sepsis fulminantes. Además, se detectó la práctica irregular del “pooling” de muestras para el ensayo de esterilidad, una violación de las buenas prácticas farmacéuticas.
El caso ya acumula 17 imputados y siete detenidos, incluyendo a Ariel García Furfaro (dueño de HLB Pharma Group) y a sus familiares (Diego, Damián, Nélida Furfaro y Olga Arena), todos procesados con prisión preventiva y embargos astronómicos: un billón de pesos a Ariel y quinientos mil millones a Diego. La investigación no solo expone las irregularidades empresariales de Ramallo S.A. y HLB Pharma Group, sino también las graves fallas en el sistema de control estatal.
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