La ciudad de Vera, en el norte de Santa Fe, comienza a respirar aliviada después de ser azotada por un temporal histórico que descargó más de 400 milímetros de lluvia en tan solo siete horas, entre la noche del lunes y la mañana del martes. Según Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil de la provincia, el "90% de la ciudad de Vera está recuperada", y los esfuerzos se concentran ahora en la asistencia y el retorno a la normalidad de los damnificados.
Escajadillo detalló que se ha trabajado intensamente con los ministerios de Salud, Igualdad y Desarrollo Humano, y Obras Pública. La seguridad también fue reforzada con el incremento del patrullaje preventivo y la presencia policial en puntos fijos. Un aspecto clave de la respuesta fue la elaboración y distribución de alimentos, no solo para las 75 personas que aún permanecen en los centros de evacuación, sino también para 1.600 residentes que vieron sus viviendas anegadas. Esta tarea fue posible gracias a la colaboración de Bomberos Voluntarios de varias regionales, así como Bomberos Zapadores de Vera y Santa Fe.
Los equipos de Protección Civil, Bomberos Voluntarios y Bomberos Zapadores coordinan la logística de alimentación en los Centros de Evacuación, ubicados en el Club Gimnasia (50 personas) y el CAPS San Martín de Porres (25 personas). Además, se establecieron seis puntos de asistencia para personas autoevacuadas que no pueden cocinar. A partir de la tarde de este miércoles, se planificó la entrega de colchones, frazadas, kits de limpieza y módulos alimentarios, en preparación para el inminente regreso a casa de las familias.
El Ministerio de Justicia y Seguridad, a través de la Unidad Regional XIX de Vera, desplegó 200 efectivos para asistencia ciudadana, patrullaje preventivo y evacuaciones, sumándose a los 20 bomberos zapadores y sus vehículos.
Desafío Hídrico Superado por Obras Previas
La magnitud del temporal puso a prueba la infraestructura hídrica, pero las tareas de limpieza y readecuación realizadas por el gobierno provincial y el municipio fueron cruciales para un rápido escurrimiento del agua.
El ministro de Obras Pública, Lisandro Enrico, enfatizó la excepcionalidad del evento: "Partiendo de la base que cayeron 420 milímetros en siete horas -no hay registro de una lluvia así-, este fenómeno pone a prueba y al límite cualquier tipo de obra hídrica." Sin embargo, resaltó que las acciones previas de planificación y coordinación entre el gobierno provincial y la Municipalidad de Vera fueron determinantes. La limpieza de canales, la readecuación y el cambio de tubos de alcantarillas permitieron que el agua escurriera con mayor rapidez.
Meses atrás, se llevaron a cabo importantes trabajos como la limpieza de la cuneta sur de la ruta provincial Nº 36, entre la RN 11 y la primera curva horizontal, que desemboca en la subcuenca urbana noreste de Vera en el Arroyo del Tigre. Además, se está ejecutando la segunda etapa del desagüe pluvial subterráneo en calle Belgrano. Complementariamente, se realizaron 2.600 metros cúbicos de movimiento de suelo en el terraplén colector 13, se mejoraron las alcantarillas laterales de la RN 11, y se readecuaron las alcantarillas de las rutas provinciales N° 36 y N° 3. Próximamente, se construirá una alcantarilla de cruce en la antigua Ruta Nacional N° 11, entre Vera y Caraguatay.
El tiempo en la ciudad ha mejorado significativamente, con un descenso notable de la temperatura y estabilidad generalizada debido al ingreso de un frente frío, lo que favorece las tareas de recuperación y el retorno a la normalidad de la población.
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