La planta de General Motors (GM) en Alvear, provincia de Santa Fe, enfrentará una significativa desaceleración en su producción, con un paro total durante todo el mes de junio y suspensiones programadas de una semana por mes hasta fin de año. Esta medida, que se suma a los ya recurrentes parates de 2024 y principios de 2025, agrava la incertidumbre para aproximadamente 600 trabajadores.
La decisión fue confirmada por la empresa el pasado lunes en una reunión con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) de Santa Fe, liderado por Sergio Gazzera. Inicialmente, GM anunció un freno de 15 días en junio para mantenimiento de la planta, con suspensiones para los trabajadores afectados, y el resto del mes se compensaría con vacaciones. Sin embargo, el panorama se oscureció con la confirmación de parates adicionales: la primera semana de cada mes desde julio hasta diciembre. El gremio incluso conjetura que diciembre podría acumular aún más tiempo sin producción, lo que se definiría con vacaciones. Actualmente, se está negociando si los trabajadores suspendidos mantendrán el 75% de su sueldo bruto o si habrá una reducción adicional.
En un comunicado oficial, General Motors explicó que la medida busca "adecuar su planificación regional de producción" y se basa en la "dinámica de las exportaciones en el actual escenario sudamericano". La compañía aseguró que esta decisión "no afectará el abastecimiento de vehículos al mercado argentino, ni las inversiones para realizar las actualizaciones necesarias en la planta para fabricar la nueva generación de Tracker".
No es la primera vez que la planta de Alvear enfrenta este tipo de interrupciones. Durante 2024, la producción se detuvo en varias ocasiones debido a problemas con la importación de piezas. En lo que va de 2025, los parates se han atribuido a cuestiones de producción y a la readecuación de la demanda.
General Motors exporta una parte sustancial del volumen de la Chevrolet Tracker, el único modelo que se fabrica en Alvear, a Brasil. Este mercado es crucial para la automotriz, lo que la obliga a ajustarse a la baja demanda actual. Desde el sindicato, una de las causas que se sugieren para esta baja es el ingreso de vehículos chinos a Brasil, que ofrecen precios similares a los del mercado brasileño pero con mayor tecnología. Cabe recordar que durante mayo, la producción nacional en la planta ya se había limitado a operar de lunes a jueves, sin actividad los dos días previos al último viernes del mes.
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