La madrugada del viernes marcó el inicio de una jornada trágica en la zona sur de Rosario. Cerca de las 5 hs, vecinos del barrio 17 de Agosto alertaron al 911 tras encontrar el cuerpo de Walter Ruiz Díaz, de 27 años, tendido en Khantuta al 1700. Según la fiscal Georgina Pairola, la víctima murió a causa de una puñalada en la garganta.
El Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones, junto al Sies, levantó rastros, relevó cámaras de videovigilancia y confeccionó el croquis de la escena, donde todavía se mantienen interrogantes sobre el móvil del ataque. Ruiz Díaz, con antecedentes por tenencia ilegal de armas y tentativa de robo, fue hallado sin vida en plena vía pública, a pesar de la rápida intervención de Prefectura Naval y la Policía provincial.
Esa misma noche, el terror volvió a sentirse en Rosario, esta vez en el barrio Empalme Graneros. Alrededor de las 23 hs, detonaciones en La República al 6.200 pusieron en alerta al Comando Radioeléctrico.
Una vecina de 29 años, identificada como Karen S., sufrió un balazo en la cabeza mientras estaba en el interior de su vivienda. Tras dos disparos que impactaron contra el frente de la casa, la víctima fue trasladada al Hospital Alberdi y quedó fuera de peligro.
La policía secuestró un revólver calibre 22 y detuvo a Patricio G. (39) y Lautaro R. (18), quienes, según los testimonios, huyeron en una bicicleta rosa y abandonaron el arma al advertir la presencia policial.
Pero la violencia no se limitó a la provincia de Santa Fe. En la localidad cordobesa de Los Reartes, se conoció un caso de crueldad extrema que enluta a dos provincias.
Rosana Silvina Rochen fue asesinada por su pareja, Adrián Pérez Tica, padre de un exjugador de Newell’s y oriundo de Funes. Tras cometer el femicidio, el agresor llamó a los hijos de la víctima para confesar: “Le volé los sesos por culpa tuya y de tu hermano”, relato que heló la sangre de quienes escucharon su macabra declaración. Al llegar la policía, hallaron también una inscripción en tiza en la pared: “En la vida hay que ser justo, pagá lo que debés”, frase que añade un matiz perturbador a un crimen motivado, según fuentes, por una inminente separación.
Estos tres episodios —un homicidio por arma blanca, un ataque a balazos y un femicidio— evidencian un preocupante aumento de la violencia en distintos puntos de la región. Entre evidencias forenses, testimonios de vecinos y el accionar de distintas fiscalías, aún queda mucho por esclarecer: ¿qué factores comunes, si los hay, ligan estos casos? ¿Podrán los investigadores dar con los responsables y evitar nuevas tragedias? Mientras las autoridades profundizan sus pesquisas, los habitantes de Rosario y Córdoba despiertan con la urgencia de pedir seguridad y justicia para sus calles y hogares.
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