Al conmemorarse 43 años del inicio de la Guerra de Malvinas, en la que 649 argentinos perdieron la vida, los excombatientes rosarinos expresan sentirse respaldados por la comunidad y destacan que la memoria permanece intacta: "El 2 de abril no se toca".
Tras el fin del conflicto el 14 de junio de 1982, muchos veteranos enfrentaron años de desamparo y desentendimiento por parte de la sociedad. Hoy, esa realidad ha cambiado. Rubén Rada, presidente de la Federación de Veteranos de Guerra de Santa Fe, señala: "Tenemos un capital muy importante que es el pueblo. En cada ciudad, en cada pueblo a lo largo y ancho de la Argentina, la gente saldrá a la calle a acompañar a sus soldados. La memoria está intacta, no muere".
Rada enfatiza la importancia de la educación en la preservación de la memoria: "Somos personas que nos vamos a ir, un día no vamos a estar más. Por eso hacemos hincapié en la educación: la llama de la memoria la tiene que llevar adelante la educación argentina".
El presidente de la federación también subraya la necesidad de incorporar la temática de Malvinas en los planes de estudio: "Hacemos muchas charlas en las escuelas y vemos Malvinas en los jóvenes. Pero además tiene que convertirse en una materia que se dé todos los años. Porque los pibes tienen sed de Malvinas, preguntan, quieren saber".
Respecto al contexto en el que se desarrolló la guerra, Rada reflexiona: "El contexto dictatorial empañó la causa. Pero finalmente se pudo diferenciar quiénes fueron los soldados que pelearon por la patria y quiénes estuvieron implicados en la dictadura militar. Nosotros no tuvimos nada que ver con la dictadura. Juramos defender la bandera un 20 de junio y el 2 de abril nos tocó ir allá. Fuimos. Éramos hijos de trabajadores y teníamos que defender el honor".
Claudino Chamorro, actual presidente del Centro de Ex Soldados Combatientes de Rosario, coincide en el respaldo popular: "Nuestro pueblo nos abraza, nos reconoce. Sabe quiénes somos, saben también que trabajamos para quienes no la pasan bien".
Chamorro destaca la labor educativa que realizan: "De los chicos nos sorprende el silencio y el respeto con el que nos escuchan. Ver esas caras de esos chicos de escuela primaria es una descarga a tierra y su aceptación es muy grande".
Fernando Vitale, miembro del Centro de Ex Soldados Combatientes de Rosario, recuerda cómo la vigilia del 2 de abril ha crecido con los años: "Hace meses que venimos preparando la vigilia. Lleva mucho tiempo, muchos recursos, ponerse de acuerdo con mucha gente. La municipalidad y la provincia ayudan para que esto sea una fiesta".
Vitale rememora los inicios de la vigilia: "Era algo muy íntimo. A lo sumo venía nuestra familia. Hacíamos tortas fritas, tomábamos unos mates y esperábamos a las doce para cantar el himno". Con el tiempo, el evento creció, trasladándose al cenotafio en el Parque Nacional a la Bandera y convocando a miles de personas.
Finalmente, Vitale reflexiona sobre el contexto actual: "Nosotros vemos en la calle que las cosas no están bien. Le damos comida a la gente en la calle, atendemos merenderos. Vemos mucha necesidad, más de la que había". Y concluye: "Nuestras acciones solidarias empezaron en el 2001 y las cosas nunca terminan de solucionarse. Lo que pedimos nosotros es que hagan bien las cosas, que miren al que tienen al lado".
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