El río Paraná ha vuelto a registrar niveles por debajo del metro, una situación que, según el Instituto Nacional del Agua (INA), perdurará durante el otoño. El 19 de marzo, el nivel del río se ubicó por debajo de los 80 centímetros, y se espera que esta condición se mantenga común durante los próximos meses. Aunque se prevé la llegada de lluvias en ciertas cuencas de aporte, no se anticipa un repunte considerable del nivel del agua.
La falta de lluvias en las cuencas más relevantes, como la región de respuesta hidrológica rápida, que incluye el este de Paraguay, Misiones y el río Iguazú, es la principal causa de esta baja. Según el ingeniero del INA, Juan Borús, las lluvias que se registren en la cuenca baja del río Paraguay y otras zonas podrían generar un pequeño aumento, pero no será suficiente para superar el umbral de aguas bajas de 2,40 metros, el cual no se alcanzará en lo que resta del otoño.
Además, las guarderías náuticas de la ciudad enfrentan problemas debido a los niveles bajos del río. Muchas de ellas han tenido que recurrir a dragados continuos para permitir el paso de embarcaciones, especialmente de yates y veleros con calados de entre 70 y 80 centímetros. Algunos establecimientos han tenido que improvisar con trabajos más artesanales debido a la falta de recursos.
El panorama actual, que continúa la tendencia de la bajante iniciada en 2020, también está relacionado con los cambios en los patrones de lluvia en la región del Amazonas, lo que ha afectado la cuenca del río Paraguay y, en consecuencia, el Paraná. Sin un cambio significativo en las condiciones climáticas, se espera que el nivel del río continúe en valores muy bajos durante todo el otoño.
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