La empresa estatal Fabricaciones Militares ha cerrado su planta ubicada en San Juan, llevando a cabo la liquidación de activos que abarca desde maquinaria especializada hasta elementos básicos como mesas y sillas. Esta medida forma parte de un proceso de reestructuración que la compañía ha emprendido en los últimos meses.
El cierre de la planta ha generado preocupación entre los trabajadores y la comunidad local, dado el impacto económico y social que conlleva la pérdida de empleos directos e indirectos asociados a la operación de la instalación. Además, la subasta de bienes, que incluye desde equipamiento industrial hasta mobiliario de oficina, ha sido interpretada como una señal del desmantelamiento total de la presencia de Fabricaciones Militares en la región.
Las autoridades de la empresa han argumentado que esta decisión responde a la necesidad de optimizar recursos y concentrar la producción en otras plantas más eficientes. Sin embargo, sindicatos y representantes locales han manifestado su descontento, señalando la falta de diálogo y planificación para mitigar los efectos negativos en la comunidad afectada.
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