El operativo llevado a cabo en el estadio Marcelo Bielsa de Newell's culminó de forma conflictiva tras el partido anterior al clásico rosarino. Los incidentes se desataron cuando, al concluir el encuentro, algunos hinchas se movilizaron con intención de irrumpir forzosamente en el playón del estacionamiento, generando disturbios en las inmediaciones del recinto. Según el Ministerio de Justicia y Seguridad, se demoraron a ocho personas y se confirmaron lesiones leves en cuatro policías.
El conflicto se concentró en la zona cercana a la puerta 1 del estadio, que conduce directamente al vestuario local. Mientras los simpatizantes se retiraban tras la caída de la Lepra frente a Defensa y Justicia, el desorden escaló rápidamente. Agentes del Cuerpo Guardia de Infantería (CGI) intervinieron para evitar el ingreso no autorizado, lo que desencadenó altercados que se extendieron más allá de la platea, provocando corridas hacia el bulevar Oroño y la avenida Pellegrini, donde se reportó el lanzamiento de objetos contundentes contra vehículos de unidades de seguridad, entre ellas el Comando Radioeléctrico.
El coordinador de Seguridad Deportiva y Eventos Masivos de la provincia, Gustavo Velázquez, defendió la respuesta de la policía y reconoció la tensión latente en el ambiente. Durante una conferencia de prensa, declaró: "Evidentemente, lo que sucedió ayer es algo que veníamos previendo. El clima en Newell’s no es un clima normal". Además, resaltó que, pese a la violencia registrada, las condiciones se mantienen aptas para realizar el banderazo previo al clásico, al tratarse de un "evento privado" cuya decisión final corresponde a las autoridades del club.
El comisario Cristian Duré explicó que los disturbios se originaron en las inmediaciones de la entrada 1 del estadio. Mientras el público abandonaba el recinto tras el resultado adverso, un grupo de hinchas se dirigió hacia el playón del estacionamiento intentando acceder al área del vestuario, lo que obligó a la rápida intervención policial. Durante el operativo, se procedió a demorar a varios individuos en diferentes seccionales de la zona de inspección, sin registrar "ninguna detenida por un hecho específico", lo que evidencia el carácter espontáneo del desorden.
En paralelo, se realizó una reunión entre el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe y la comisión directiva de Newell's, donde se manifestó una notable "preocupación" sobre el futuro del banderazo previsto para este jueves, en vísperas del clásico rosarino. A pesar del mal clima y la situación vivida tras la derrota, las autoridades aseguran que contarán con 174 efectivos policiales para garantizar la seguridad en el Coloso y sus alrededores, lo que refuerza el compromiso con la seguridad en eventos deportivos y la tranquilidad de los aficionados.
Finalmente, Velázquez dejó abierta la posibilidad de realizar ajustes en el operativo para el clásico, señalando: "Estamos evaluando algunas cuestiones que vamos a dar a conocer después". Esta declaración subraya la importancia de adaptar las medidas de seguridad ante eventos de alta tensión, garantizando la protección de todos los asistentes y el normal desarrollo de las actividades deportivas.
En este contexto, la gestión policial y la coordinación entre autoridades y directivos del club se perfilan como elementos clave para mitigar futuros incidentes y asegurar un ambiente controlado en uno de los eventos deportivos más esperados de la temporada.
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