El conflicto entre Vicentin, un emporio agroindustrial en crisis, y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) encontró una solución temporal este martes, luego de que la empresa anunciara su incapacidad para garantizar salarios por "caídas de contratos a fasón" en sus plantas. En medio del agotamiento de plazos para que la Corte Suprema de Santa Fe decida entre homologar un acuerdo con acreedores o avanzar con un esquema de cramdown, el sindicato aceptó un convenio que garantiza salarios por tres meses y frena posibles despidos.
Detalles del acuerdo temporal
El convenio se aplicará durante enero, febrero y marzo, estableciendo que los salarios se mantendrán idénticos, pero con una estructura modificada: una parte equivalente al salario mínimo, vital y móvil será remunerativa, mientras que el resto será no remunerativa, lo que permitirá a Vicentin reducir costos laborales. Los trabajadores mayores de 60 años seguirán percibiendo su sueldo completo sin cambios. Además, se fijó un cronograma para el pago de la gratificación anual extraordinaria, con cuotas el 5 y 21 de febrero y el 5 de marzo.
El SOEA rechazó el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) presentado por Vicentin ante la Secretaría de Trabajo y aclaró que el acuerdo es estrictamente temporal. "Cualquier incumplimiento lo dejará sin efecto", señalaron.
El fantasma del cierre definitivo y declaraciones de los directivos
Vicentin, cuya deuda asciende a unos 1.500 millones de dólares, insiste en que enfrenta una situación insostenible. “Nuestro límite es la caja. Si tenemos fondos, pagamos. Si no, no. Esta vez no la tenemos”, declaró Estanislao Bougain, director independiente de la firma, al diario La Nación. Estas declaraciones se sumaron a una estrategia que incluyó el pedido de PPC y advertencias sobre una quiebra inminente, exacerbando las tensiones con los trabajadores.
Polémica y acusaciones en un año electoral
El conflicto escaló cuando Florencia Arietto, abogada y figura política, se involucró públicamente, alineándose con Vicentin. "Si vuelve a bloquear, va en cana", advirtió Arietto en redes sociales al líder sindical Daniel Succi. La abogada también afirmó representar legalmente a la empresa y criticó las protestas gremiales. La respuesta no se hizo esperar: "No te he visto en ninguna audiencia de Vicentin ni en el concurso de acreedores", replicó la abogada del sindicato.
La intervención de Arietto fue interpretada por algunos como un intento de posicionamiento político en un año electoral, mientras que sus comentarios coincidieron con el deseo de los directivos de que la Corte homologue el acuerdo con acreedores.
Cramdown: una solución en disputa
El grupo Cima SA, aliado con acreedores granarios, busca tomar el control de los activos de Vicentin a través de un esquema de cramdown, presentado como una "propuesta superadora". La empresa había ofrecido devolver solo el 30% de la deuda a bancos internacionales, mientras que Cima adquirió esas acreencias a 11 centavos por dólar, prometiendo altos retornos a inversores. "Nuestra intención es colaborar con todas las partes, preservar las fuentes de trabajo y cuidar el valioso capital humano", aseguró Cima en un comunicado.
La Corte Suprema de Santa Fe decidirá si ratifica el plan de concurso de Vicentin o permite el cramdown, lo que marcará el futuro del emporio en crisis y de sus trabajadores.