La seña se viralizó rápidamente alrededor del mundo generando todo tipo de comentarios. (Foto: REUTERS/Mike Segar)
Elon Musk, magnate de Tesla y dueño de X, se encuentra nuevamente en el centro de una controversia tras realizar un gesto que muchos interpretaron como un saludo nazi. El hecho ocurrió durante un discurso en el estadio Capital One, en el marco de la celebración por la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
Mientras agradecía a los votantes republicanos por el retorno de Trump a la Casa Blanca, Musk levantó el brazo derecho en un movimiento que desató una fuerte discusión en redes sociales. Algunos usuarios lo calificaron como un gesto casual, mientras que otros lo consideraron una señal con claras connotaciones ideológicas.
En las imágenes que se viralizaron a nivel global, se observa al empresario golpeándose el pecho antes de extender el brazo. "La seña se viralizó rápidamente alrededor del mundo generando todo tipo de comentarios", reportaron medios internacionales.
Contexto del gesto y su significado
El saludo nazi, también conocido como "saludo de Hitler o saludo fascista", es un gesto asociado al régimen de la Alemania nazi y a movimientos de extrema derecha. Consiste en extender el brazo derecho hacia arriba con la palma abierta, acompañado frecuentemente por frases como "Heil Hitler" o "Sieg Heil". Aunque tiene raíces en saludos de la Antigua Roma, su popularización se dio bajo el régimen de Adolf Hitler en los años 30.
En países como Alemania y Austria, este saludo está prohibido debido a su vinculación con el nazismo y el Holocausto, y su uso puede conllevar sanciones legales. No obstante, grupos extremistas en diferentes partes del mundo aún lo utilizan como símbolo ideológico. En contextos actuales, cualquier gesto similar genera fuertes reacciones públicas, incluso si no tiene intenciones explícitas.
Elon Musk dio un discurso luego de la asunción de Trump y festejó su regreso a la presidencia de los Estados Unidos. (Foto: AP/Susan Walsh)
El debate sobre el gesto de Musk se suma a la creciente preocupación por las figuras públicas que adoptan posturas ultraconservadoras. Su discurso en el evento de Trump lo posiciona como un actor relevante dentro de este espectro político, generando tanto apoyos como críticas encendidas.
Este episodio no solo reavivó tensiones políticas, sino que también llevó a una revisión del impacto simbólico de los gestos en el escenario público, especialmente en momentos de alta polarización social.