Un terremoto de magnitud 7,3 sacudió este martes el archipiélago de Vanuatu, provocando severos daños en Port Vila, la capital, y dejando un saldo preliminar de heridos y fallecidos. La infraestructura local quedó gravemente afectada, con hospitales desbordados que atienden a decenas de víctimas. Según imágenes difundidas por la cadena de televisión VBTC, personas heridas llegan a los hospitales en vehículos improvisados o son trasladadas en brazos, mientras deslizamientos de tierra bloquean carreteras y edificios aparecen destrozados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó a través de su cuenta en X que su equipo de emergencia ya está asistiendo al Hospital Vila Central y al Ministerio de Salud en las labores de respuesta. Sin embargo, el número exacto de víctimas sigue sin confirmarse.
Katie Greenwood, representante de la Federación Internacional de la Cruz Roja, señaló que “hay al menos seis fallecidos y muchos heridos” y añadió que las interrupciones en las comunicaciones dificultan la coordinación de las labores de rescate. El periodista local Dan McGarry confirmó a EFE que las autoridades policiales le notificaron la muerte de una persona y que presenció varios heridos, entre ellos tres en estado “grave”.
Réplicas y epicentro
El Servicio Geológico de Estados Unidos situó el epicentro del sismo a 30 kilómetros al oeste de Port Vila, a una profundidad de 57,1 kilómetros bajo el lecho marino. El movimiento fue seguido por dos réplicas de magnitudes 5,5 y 5,4. Aunque inicialmente se activó una alerta de tsunami, esta fue cancelada poco después.
Varias embajadas informaron de daños en sus instalaciones. La legación de Estados Unidos señaló que su edificio sufrió “daños considerables” y permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. No obstante, confirmó que todo su personal está a salvo.
Daños extendidos y apagones
La ONG CARE reportó el colapso de varios edificios en Port Vila, donde se encuentran sin electricidad ni agua potable en gran parte de la ciudad. Con cerca de 50.000 habitantes, la capital enfrenta una interrupción casi total del acceso a internet, según el observatorio NetBlocks.
El ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, expresó en X que su gobierno está “profundamente preocupado” por el impacto del terremoto y monitorea de cerca la situación. La embajada neozelandesa, que comparte edificio con las de EE.UU., Francia y Reino Unido, también sufrió “daños significativos”.
Contexto geográfico
Vanuatu, con una población de 250.000 habitantes, se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica y volcánica. Este archipiélago, compuesto por islas de origen volcánico, es propenso a terremotos como el registrado este martes.
Mientras los equipos de emergencia intentan restablecer servicios esenciales y evaluar la magnitud de los daños fuera de Port Vila, los residentes improvisan campamentos para atender a los heridos. La respuesta internacional comienza a organizarse, pero las dificultades de comunicación representan un desafío adicional para coordinar la ayuda.
