El grupo inversor Cima SA, en alianza con acreedores granarios de la quebrada agroexportadora Vicentin, adquiri贸 la deuda que la firma tiene con bancos internacionales. La operaci贸n, que asciende a un total nominal de 447.194.396,91 d贸lares, busca posicionar a estos actores como decisivos en el futuro del holding, enfrent谩ndose al plan de concurso propuesto por la propia empresa, que incluye quitas de hasta el 80% y extensos plazos de pago para los acreedores. La estrategia apunta a implementar un esquema de cramdown, es decir, la adquisici贸n de activos para reflotar los negocios y saldar las deudas en mejores condiciones. El fallo que determinar谩 si se sigue el plan de concurso o se habilita esta alternativa est谩 en manos de la Corte Suprema de Santa Fe.
Cima SA, liderada por Esteban Nofal, aparece como la compradora de los cr茅ditos internacionales, utilizando un complejo esquema financiero basado en sociedades offshore. Seg煤n la firma, los cr茅ditos adquiridos incluyen montos nominales provenientes de entidades como IFC (205,78 millones de d贸lares), FMO (122,28 millones), ING (46,42 millones), entre otras. Las estimaciones del mercado apuntan a que estas deudas fueron adquiridas por Cima SA a un valor de 11 centavos por d贸lar nominal, es decir, por unos 70 millones de d贸lares, prometiendo a los inversores un retorno cercano al 100% en dos o tres a帽os.
La agroexportadora Vicentin enfrenta un complejo panorama tras ser acusada de falsear sus estados contables para mantener su operatividad y obtener pr茅stamos fraudulentos. En el concurso actual, Vicentin ofreci贸 a los bancos internacionales un pago equivalente al 30% de la deuda, propuesta rechazada en primera instancia pero aprobada por la C谩mara de Apelaciones de Reconquista. Sin embargo, la Corte Suprema debe ahora resolver si ratifica esa homologaci贸n o habilita el cramdown, respaldado por Commodities SA, del grupo Grassi, el segundo mayor acreedor comercial detr谩s de la cooperativa ACA.
El presidente de Cima SA, Esteban Nofal, destac贸 en un comunicado que el grupo busca trabajar con diversos actores involucrados en el proceso, incluyendo a Commodities SA, para construir soluciones justas que preserven las fuentes laborales y maximicen el valor para los acreedores. Seg煤n fuentes del mercado, la operaci贸n financiera tiene como eje la sociedad uruguaya Soripel, creada en 2022, que canaliza los fondos hacia Deep Cap, una firma domiciliada en Luxemburgo encargada de la compra de acreencias.
El grupo Grassi, liderado por Mariano Grassi y titular de Commodities SA, impulsa el cramdown como una alternativa “superadora” para saldar las deudas y gestionar los activos de Vicentin de forma integral, evitando un desguace de la empresa. Mientras el plan del directorio de Vicentin solo contempla los activos industriales en San Lorenzo, Ricardone y Timb煤es, el esquema de Grassi incluye las plantas del norte santafesino, acompa帽ado por un significativo respaldo de acreedores granarios.
Por su parte, Vicentin reaccion贸 a la compra de acreencias con un comunicado en el que asegur贸: “Nada habr谩 cambiado en el proceso cuya terminaci贸n perseguimos hace m谩s de dos a帽os y medio”. La firma inst贸 a la Corte Suprema de Santa Fe a tomar una decisi贸n definitiva: “Desde hace dos meses, la Corte tiene en sus manos la homologaci贸n de la propuesta que aprobaron una mayor铆a contundente de acreedores”, a帽adiendo que esperan un fallo conforme a derecho.
La definici贸n de la Corte marcar谩 el futuro de la cerealera, que desde 2019 protagoniza uno de los mayores esc谩ndalos financieros del sector agroindustrial en Argentina.
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