El pasado 9 de diciembre, Google reveló "Willow", su nuevo chip cuántico, diseñado para revolucionar la computación. Este dispositivo ha desatado intensos debates sobre su posible impacto en la seguridad de Bitcoin. Willow destaca por su capacidad de resolver en tan solo cinco minutos problemas matemáticos que, en comparación, requerirían más de 10 septillones de años utilizando una supercomputadora clásica. Equipado con 105 cúbits, el chip promete versiones futuras con una significativa reducción de errores.
La computación cuántica, basada en cúbits en lugar de bits tradicionales, es capaz de realizar cálculos a velocidades asombrosas. Esto la posiciona como una herramienta clave en áreas como la criptografía. Sin embargo, en el caso de Bitcoin, esta tecnología plantea un riesgo crítico: podría comprometer la seguridad del algoritmo de firma digital ECDSA, esencial para proteger las claves privadas de los usuarios. Asimismo, su impacto potencial en el proceso de minería es preocupante, ya que ordenadores cuánticos podrían superar a los actuales en la resolución del algoritmo SHA-256, confiriendo ventajas considerables a los mineros cuánticos.
No obstante, los expertos aseguran que estos riesgos aún se encuentran a varias décadas de materializarse. Además, destacan que la comunidad de Bitcoin tiene la posibilidad de adaptarse y contrarrestar esta amenaza mediante la implementación de algoritmos resistentes a la computación cuántica en el futuro.