Un informe desclasificado de la Policía Federal brasileña reveló este martes que el expresidente Jair Bolsonaro tuvo un papel central en la planificación de un fallido golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva. Según la investigación, Bolsonaro tenía control “efectivo y directo” del plan golpista, que incluía un intento de asesinato de Lula y de otras figuras clave como el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, y el juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes.
El informe también detalla que el golpe, que no se consumó debido a “circunstancias ajenas a su voluntad”, fue impulsado por Bolsonaro tras su derrota electoral en 2022. La Policía Federal señaló que las pruebas obtenidas confirman que el exmandatario participó activamente en la conspiración, organizando un plan para derrocar el gobierno y abolir el Estado democrático.
Entre los 37 acusados figuran militares de alto rango, exministros y aliados cercanos a Bolsonaro, incluidos Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL). El informe menciona mensajes de texto, audios e imágenes intercambiados por los implicados, que apoyan las acusaciones de “abolición violenta del Estado Democrático”, “golpe de Estado” y “asociación ilícita”.
Los conspiradores, en su intento por ejecutar el golpe, incluso prepararon un plan de magnicidio, denominado “Operación Puñal Verde y Amarillo”, en referencia a los colores de la bandera brasileña. Según la Policía, el plan fue impreso en la sede del palacio presidencial el 9 de noviembre de 2022.
Jair Bolsonaro, quien ha negado las acusaciones, se declaró víctima de una “persecución política” y enfrenta graves cargos junto con figuras prominentes como el general Walter Braga Netto, exministro de la Presidencia, y otros altos oficiales militares.