El 5 de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, enfrentando a Kamala Harris y Donald Trump en una disputa que no solo tendrá repercusiones internas, sino que captará la atención mundial por su potencial impacto global. La actual vicepresidenta y candidata demócrata, de 60 años, aspira a hacer historia al convertirse en la primera mujer en la Casa Blanca, mientras que el exmandatario republicano, de 78 años, busca regresar al poder, prometiendo un cambio radical en la política estadounidense.
La vicepresidenta Kamala Harris quiere hacer historia y convertirse en la primera mujer en tomar las riendas de la Casa Blanca (Foto: Reuters//Evelyn Hockstein)
A nivel nacional, Harris lidera en los votos populares, aunque el sistema de elección indirecto en Estados Unidos complica el panorama, especialmente en los siete estados clave, conocidos como swing states. Estos estados, entre los que se incluyen Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, serán decisivos, con sondeos que muestran un escenario ajustado en cada uno de ellos.
Donald Trump, en uno de sus últimos actos de campaña en Pensilvania, uno de los estados clave (Foto: Reuters/Eloísa López)
"Trump es una vida de caos e incertidumbre, con más volumen ideológico, una política nacionalista y neoliberal. Con Harris es la defensa de la estabilidad del gobierno, con un rasgo progresista, pero no tendría un camino de rosas", analizó el estratega político Luis Alvarado, describiendo las marcadas diferencias entre ambos candidatos.
Tensión y sospechas en los comicios
Durante la campaña, Trump generó controversia al cuestionar la transparencia de las elecciones y sugerir posibles fraudes, especialmente en el estado de Pensilvania, donde denunció "trampas a una escala nunca vista". Su postura recuerda su respuesta a los resultados de 2020, que culminaron en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y lo mantienen bajo investigación. "La gran preocupación de estas elecciones es que puede haber violencia si no gana Trump. Y en el caso de que gane, su promesa de realizar deportaciones masivas de inmigrantes también podría generar violencia", comentó Alvarado.
Incluso, Trump ha sido blanco de violencia durante su campaña, habiendo sobrevivido a dos intentos de asesinato. La situación es tensa y refleja una polarización sin precedentes, en la que cada voto cuenta y la incertidumbre domina.
El rol crucial del voto latino
En este clima de tensión y divisiones, el voto latino cobra relevancia. Se estima que 17,5 millones de latinos participarán en la votación, lo que representa una cifra significativa en estados como Arizona y Nevada, donde constituyen el 25% del electorado. "Los votantes latinos marcaron la diferencia entonces y también tendrán las llaves de la Casa Blanca ahora", señaló Jerry González, CEO de GALEO Impact Fund, sobre el poder decisivo de este segmento.
Trump podría haberse perjudicado en este ámbito debido a comentarios xenófobos realizados por el comediante Tony Hinchcliffe en un evento en Nueva York, donde se refirió a Puerto Rico de manera despectiva. Aunque la campaña de Trump intentó aclarar la situación, el daño en la comunidad latina podría ya estar hecho, impactando potencialmente en Pensilvania, un estado donde el voto puertorriqueño es especialmente influyente.
Un proceso electoral extenso
Con más de 75 millones de votos anticipados ya emitidos, el proceso electoral culminará el martes, cuando se espera que la mayoría de los estadounidenses acudan a las urnas. De los 244 millones de votantes habilitados, el 30% ya ha votado, de acuerdo con datos de la Universidad de Florida.
Además de la presidencia, se renovarán parte del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes. Estas elecciones también determinarán 11 gobernaciones y más de 5800 bancas legislativas estatales, así como cargos ejecutivos en varios estados, y plebiscitos sobre temas como el aborto y el consumo de marihuana.
Este martes será decisivo para Estados Unidos, donde el electorado escogerá entre dos visiones de país radicalmente distintas, en una jornada que promete dejar huella en la política mundial.
