Tras la confirmación de la condena por administración fraudulenta de Cristina Kirchner, el Gobierno ha intensificado sus esfuerzos para llegar a un acuerdo con el kirchnerismo que permita modificar la Corte Suprema. El plan del Ejecutivo implica retomar las negociaciones para incorporar jueces, apoyando los nombramientos de los candidatos Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, cuyos pliegos aún no tienen dictamen en la comisión de Acuerdos del Senado.
En este contexto, la Casa Rosada se muestra dispuesta a apoyar la ampliación del tribunal e integrar a una mujer en la Corte, pero exige como condición que primero se voten sus candidatos actuales. Las negociaciones están a cargo del viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, quien mantiene un diálogo activo con la oposición para asegurar el avance de estas nominaciones. El Gobierno subraya que el pliego de Lijo fue acordado con el juez supremo Ricardo Lorenzetti, siendo “el candidato del kirchnerismo”, y que “no van a bajar a García Mansilla”.
Manuel García-Mansilla en su defensa en el Senado de su candidatura a la Corte Suprema (Foto: X @SenadoArgentina).
Ante la posibilidad de que el máximo tribunal quede reducido a tres integrantes con la salida de Juan Carlos Maqueda el 30 de diciembre, el Gobierno planea convocar a sesiones extraordinarias para concretar un acuerdo con el kirchnerismo. De no lograrse, evalúa avanzar mediante un decreto que habilitaría a Lijo y García Mansilla sin requerir la aprobación formal del Congreso. Esta maniobra implicaría que la oposición no tendría que votar los pliegos, sino que bastaría con no rechazarlos en sesiones ordinarias.
Paralelamente, el Gobierno asegura que no impulsará la “ficha limpia” que promueve el PRO, una iniciativa que impediría postularse electoralmente a personas condenadas, en caso de que Casación confirme la sentencia de Kirchner. Aunque el oficialismo votaría a favor si la propuesta llegara al recinto, no intervendrá activamente en la negociación por votos ni en el poroteo.
Además, el Ejecutivo busca incluir en la negociación los pliegos de 150 jueces subrogantes y del Procurador General, como parte de un paquete amplio de vacantes judiciales. En paralelo, se han iniciado conversaciones con gobernadores para revisar ciertos nombres en la lista, que se presentará en tandas de a 20. En Balcarce 50 reconocen que para que el dictamen de Lijo avance falta solo una firma, mientras que la candidatura de García Mansilla requiere tres firmas adicionales.