El Aguará Popé, conocido también como Mano Pelada o Mapache Cangrejero, es un esquivo habitante de los humedales del Delta del Paraná. Esta semana, el cronista isleño Pablo LosAliadoS logró una proeza fotográfica al captar la imagen de una hembra junto a sus cuatro crías en su refugio natural. “La Guarida de los duendes”, tituló LosAliadoS su publicación en redes sociales, en alusión a la leyenda local que sugiere que las huellas del animal son de pequeños "duendes" por su semejanza a manos humanas.
LosAliadoS, que ha dedicado años a documentar la fauna y flora del Delta, explicó la complejidad y el tiempo necesario para lograr este tipo de registro. "Esperé algo más de un par de meses para hacer esta publicación. Espero que despierte la curiosidad de quienes no conocen la especie y también el compromiso de protegerlos. El humedal sano es su hogar, el último refugio que les queda en esta zona", escribió en su publicación. Su objetivo al difundir estas imágenes es concienciar sobre la importancia de proteger a esta especie vulnerable en Argentina, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El Aguará Popé, cuyo nombre científico es Procyon cancrivorus, es un animal de hábitos nocturnos y solitarios, lo que dificulta avistarlo. Mide entre 42 y 70 centímetros de largo, y su distintiva máscara negra y patas desprovistas de pelaje le otorgan un aspecto único. Además, posee habilidades como trepador y nadador que le permiten sobrevivir en las áreas de agua dulce del Delta. Su alimentación se basa en cangrejos, peces, aves pequeñas y vegetación, refugiándose en troncos huecos o grietas de rocas, siempre cerca de los cursos de agua.
La fotografía, capturada mediante una cámara bridge en modo automático y a través de un pequeño hueco, muestra a la madre de espaldas, con cuatro crías posadas sobre ella. "Saqué la cámara y miré el visor para chequear si aparecía algo. No podía creer lo que veía", confesó LosAliadoS. El fotógrafo se retiró silenciosamente, conmovido por el encuentro y consciente de que esa escena podría ser destruida por la acción humana, ya sea por la caza furtiva o la pérdida de hábitat.
"Regresé con una sensación extraña, entre emoción y un nudo en el estómago. La emoción de ver algo tan íntimo y tierno. Por otro lado, saber que están tan expuestos a nosotros, a nuestros peores instintos", añadió. Su decisión de no revelar la ubicación exacta del encuentro se debió a su deseo de proteger a esta especie en riesgo.
La historia de LosAliadoS es un recordatorio de la fragilidad de la biodiversidad en el Delta y de la necesidad de esfuerzos colectivos para preservar este hábitat único y sus habitantes, como el Aguará Popé, que luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más amenazado.
