El futuro del edificio donde operaba el ex Ministerio de Desarrollo Social se encuentra bajo análisis por parte del Gobierno nacional, debido a su elevado "costo de funcionamiento" y su mal estado estructural. Entre las opciones se contempla la posibilidad de su demolición.
"Lo que la ministra Sandra Pettovello está analizando es toda la infraestructura que tiene su Ministerio en todos los órdenes", explicó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una entrevista radial. El funcionario destacó que la titular de la cartera de Capital Humano está evaluando si "es necesario mantener ese edificio, que tiene un costo de funcionamiento enorme porque no está en buen estado".
Francos también mencionó que, además de sus problemas estructurales, el inmueble complica el tránsito en una arteria clave de la Ciudad de Buenos Aires: "Es un edificio que, no solamente está en malas condiciones, sino que además entorpece el tránsito dentro de una avenida central", subrayó.
Una idea que lleva décadas en debate
El jefe de Gabinete recordó que la propuesta de demoler el ex Ministerio de Desarrollo Social no es nueva: "La demolición del edificio, que está en medio de la 9 de Julio, no es nueva. Hace décadas que la escuchamos. Me acuerdo de cuando yo era concejal en los ‘90 y era un tema que siempre estaba en discusión", rememoró.
Un edificio cargado de historia
Construido en 1936 como sede del entonces Ministerio de Obras Públicas, el edificio de estilo racionalista es un ícono arquitectónico de la Avenida 9 de Julio. Su fachada y terraza, restauradas en 2010, conservan un diseño similar al del edificio Kavanagh y el cine Gran Rex.
El inmueble también tiene un valor histórico importante: en su terraza se instaló la antena que permitió la primera transmisión de televisión en el país en 1951. Ese mismo año, Eva Perón, desde un palco junto al edificio, anunció su candidatura a la vicepresidencia, un acto que pasaría a la historia como el "renunciamiento" debido a su posterior declinación.
En 2002, fue declarado Monumento Histórico Nacional, consolidando su relevancia patrimonial. Sin embargo, su ubicación, en pleno barrio de Monserrat, ha generado críticas por el impacto que tiene en la fluidez del tránsito sobre la Avenida 9 de Julio.
