Brasil se convirtió en el primer país sudamericano en aprobar el uso de productos a base de cannabis en la ganadería, un avance liderado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). La nueva regulación permite que veterinarios receten cannabinoides, como el cannabidiol (CBD), con fines que van desde “mejorar el bienestar animal” hasta “optimizar la conversión alimenticia en animales de granja”.
El cannabis sativa, particularmente el CBD, ha demostrado eficacia en tratamientos antiinflamatorios y analgésicos, siendo útil para aliviar dolor y estrés en animales como vacas, cerdos y aves. Además, su uso podría generar ambientes más tranquilos durante el confinamiento o transporte, mejorando tanto la calidad de vida de los animales como su productividad.
La normativa, actualizada en conjunto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, establece que los medicamentos deben pasar por estrictos procesos de registro e importación. Según Caroline Campagnone, del Consejo Federal de Medicina Veterinaria, esta medida representa “una alternativa terapéutica natural y menos agresiva” frente a los tratamientos convencionales.
Impacto en la ganadería y posibles desafíos
Un beneficio destacado es la capacidad del CBD para reducir la dependencia de antibióticos, gracias a sus propiedades antimicrobianas eficaces contra bacterias como Escherichia coli. En un contexto donde la resistencia bacteriana preocupa a nivel global, esta alternativa puede ofrecer soluciones menos invasivas y más sostenibles.
Por otro lado, el CBD ha demostrado estimular el apetito y mejorar la conversión alimenticia, especialmente en cerdos, lo que repercute en animales menos estresados y productos de mayor calidad. Sin embargo, los veterinarios deberán ajustar cuidadosamente las dosis, ya que una sobredosis podría provocar efectos adversos como cambios de comportamiento o problemas respiratorios.
Controversias éticas y futuro
Aunque la regulación abre un nuevo capítulo en la salud animal, también reaviva debates éticos sobre el concepto de “bienestar animal” en el contexto de la explotación ganadera. Si bien el uso de cannabinoides podría optimizar la producción y reducir el sufrimiento, persisten cuestionamientos sobre la ética de emplear herramientas medicinales en sistemas de cría intensiva.
Con esta decisión, Brasil da un paso innovador en el tratamiento veterinario, posicionándose como un referente en el uso terapéutico del cannabis en animales. Sin embargo, el balance entre eficiencia productiva, ética y salud animal será clave para determinar el impacto a largo plazo de esta medida.
