El exministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, contextualizó el reciente asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte y Daniel “Rana” Atardo, jefe y segundo de la barra brava de Rosario Central, ocurrido el pasado fin de semana. En una entrevista con AM750, Saín afirmó que el crimen se enmarca en una lucha de poder entre grupos del narcotráfico y señaló que existen dos principales hipótesis sobre el motivo detrás del homicidio.
“Yo creo que, como siempre ocurre desde hace más de una década en Rosario, esto se inscribe en una competencia comercial entre grupos del narcotráfico”, explicó el exfuncionario, enfatizando que este tipo de violencia no es nueva en la región.
No obstante, Saín observó que existe un esfuerzo por parte de las autoridades por presentar el caso como un conflicto interno de la barra brava. A su juicio, este enfoque no disminuye la gravedad de los hechos: “Los fiscales van a apuntar a mostrar que fue un conflicto interno de la barra brava… lo cual no atenúa mucho, porque las barras manejan negocios enormes”, advirtió.
Para Saín, el asesinato desafía directamente la narrativa oficial de que el orden está bajo control: “Este asesinato, al inscribirse en la lucha por el narcotráfico, desdice el discurso oficial de que está todo controlado”, subrayó, sugiriendo que la estrategia de pacificación promovida por el gobierno queda en duda ante la magnitud de los hechos.
El exministro también señaló las posibles consecuencias de este crimen: “Si hay una suerte de violencia extrema en Rosario, eso implicaría que se rompieron los acuerdos que existían hasta ahora entre sectores criminales”. En contraste, si el ambiente se mantiene estable y sin represalias, “podríamos concluir que se trata de un homicidio enmarcado dentro de aquel pacto de pacificación”, añadió.
Finalmente, Saín opinó sobre la figura de Bracamonte en el contexto de los grupos criminales en la zona. “A mí me da la impresión de que ‘Pillín’ era un problema porque había sectores con los que él venía vinculado desde hacía más de una década, como Los Monos, que recelaban de él por la enorme autonomía que tenía y porque su visión era muy diferente”, concluyó.