La policía brasileña detuvo este martes a cuatro militares de alto rango, entre ellos un excolaborador cercano del expresidente Jair Bolsonaro, por un supuesto plan para asesinar al entonces presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva y llevar a cabo un golpe de Estado en 2022. Este operativo ocurrió coincidiendo con el último día de la cumbre del G20 en Río de Janeiro. Según un comunicado de la Policía Federal (PF), los sospechosos planeaban envenenar a Lula utilizando un agente químico, y también tenían previsto asesinar al entonces vicepresidente electo, "Geraldo Alckmin".
El plan, denominado "Puñal Verde y Amarillo", estaba previsto para el 15 de diciembre de 2022, antes de la toma de posesión de Lula. Además de envenenar a Lula, los conspiradores proyectaron usar "técnicas operacionales militares avanzadas" para ejecutar el golpe y crear un "gabinete de crisis". Entre los detenidos están el general de brigada de reserva Mário Fernandes, el teniente coronel Helio Ferreira Lima, Rodrigo Bezerra Azevedo y Rafael Martins de Oliveira, junto con el policía federal Wladimir Matos Soares.
Los detenidos, pertenecientes a las fuerzas especiales del Ejército brasileño, discutieron el complot en la casa del general Walter Braga Netto, exministro de Defensa bajo Bolsonaro. Además, se cree que Mauro Cid, colaborador cercano de Bolsonaro, estuvo al tanto de la reunión. El documento detallado del plan fue impreso en el Palacio del Planalto, sede de la presidencia de Brasil, mientras Bolsonaro aún se encontraba allí.
El operativo de arresto se produjo tras un ataque fallido contra la Corte Suprema, cuando un exconcejal bolsonarista murió después de lanzar explosivos artesanales cerca del edificio. Los detenidos enfrentan cargos de abolición violenta del Estado de derecho, golpe de Estado y asociación criminal. Además, según la investigación, el grupo también tenía planeado el asesinato del juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, un ferviente enemigo de Bolsonaro.
Este es otro de los muchos procesos que involucran a Bolsonaro, quien es investigado por su presunta implicación en la trama golpista, así como por los eventos ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia.