Un estudio internacional dirigido por investigadores argentinos ha encontrado que la mezcla de ocho pesticidas produce un compuesto más tóxico que la suma de sus componentes individuales. Según el análisis, “las mezclas de herbicidas, insecticidas y fungicidas producen una mayor tasa de mortalidad y malformaciones genéticas que los compuestos químicos por separado”.
El investigador principal, Rafael Lajmanovich, quien es profesor titular en Ecotoxicología en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y miembro del Conicet, explica que este trabajo es pionero en el país y podría ser el primero a nivel mundial en ofrecer una explicación sobre la toxicidad de estas mezclas, un tema que es motivo de debate internacional. “Todas las reglamentaciones del uso de estas sustancias están hechas en forma individual, pero no se usan en forma individual”, destaca Lajmanovich.
Titulado “Toxicidad de cócteles de pesticidas en larvas de anfibios: comprensión del impacto de la actividad agrícola sobre los ecosistemas acuáticos de la cuenca del río Salado”, el estudio fue publicado en la revista británica Drug and Chemical Toxicology. Además de Lajmanovich, el equipo de investigación incluye a Ana Cuzziol Boccioni, Andrés Attademo, German Lener, Carlos Lien-Medrano, María Fernanda Simoniello, María Rosa Repetti y Paola Peltzer, provenientes de diversas facultades de la UNL, el Conicet, la Universidad Nacional de Córdoba y el Bremen Center for Computational Materials Science de Alemania.
El documento resalta que “esta novedosa evaluación resalta el riesgo ecotoxicológico para los organismos acuáticos expuestos a mezclas complejas” y enfatiza la urgencia de considerar los efectos de estos cócteles en la salud de los ecosistemas.
Análisis de la toxicidad en el laboratorio
El estudio se basa en experimentaciones de laboratorio que reflejan condiciones reales en la cuenca del río Salado, una región afectada por la actividad agrícola. Se analizaron insecticidas (cipermetrina, clorpirifos y lambda-cialotrina), herbicidas (glifosato, glufosinato de amonio, prometrina y metolaclor) y un fungicida (piraclostrobina) que ya estaban presentes en organismos acuáticos de la zona. Un estudio previo del mismo grupo había demostrado que los sábalos de esta cuenca son los más contaminados del mundo en su categoría, con la presencia de nueve biocidas.
Las simulaciones computacionales mostraron que las moléculas de estos pesticidas tienden a aglomerarse, formando un nuevo compuesto que podría considerarse una entidad xenobiótica en el medio ambiente. “El hecho de que el cóctel tienda a formar una nueva entidad molecular justifica evaluar su efecto tóxico en su conjunto, y no como la suma de los compuestos individuales con los que se compara”, advierten los investigadores.
La toxicidad del cóctel fue evaluada en larvas del sapo común sudamericano, revelando que la mezcla provocó alta mortalidad y teratogenicidad. “Las larvas premetamórficas mostraron disrupción endocrina, estrés oxidativo y alteraciones en la desintoxicación y el funcionamiento hepático”, señalan los autores, quienes también identificaron neurotoxicidad, genotoxicidad y cardiotoxicidad.
Impacto ambiental y necesidad de regulación
Lajmanovich subraya que las normativas actuales se basan en la toxicidad de sustancias individuales, ignorando la realidad a la que está expuesta la fauna, que enfrenta múltiples residuos. “Esto viene a echar un poco de luz sobre esto”, agrega el investigador. Una de las innovaciones del trabajo es la confirmación de que las moléculas de pesticidas tienden a unirse, formando un nuevo tóxico más potente que los compuestos individuales.
El estudio también aborda el cambio climático y su interacción con la contaminación. “Ante la mortandad de fauna y peces que ocurre con frecuencia, desde el Estado se habla de causas naturales. Se trata de minimizar los problemas de contaminación”, señala Lajmanovich. Los investigadores encontraron que la combinación de pesticidas con el estrés ambiental está generando efectos catastróficos en las larvas, lo que podría aumentar la mortalidad en zonas donde la agroindustria es predominante.
“Esta evaluación inédita, que combina métodos biológicos y de simulación computacional, resalta el riesgo ecotoxicológico para los organismos acuáticos expuestos a mezclas reales de pesticidas”, concluyen los autores.
Además, enfatizan que es crucial llevar a cabo más estudios para comprender mejor los efectos de estas combinaciones y su impacto ecológico. “Se requieren más estudios para comprender mejor los efectos de los cócteles y sus implicaciones ecológicas”, insisten, haciendo un llamado a la regulación más estricta para proteger el medio ambiente.
La investigación, que busca sensibilizar sobre este grave problema, está dedicada a Damián Marino, un pionero en el estudio de plaguicidas en ambientes que falleció en diciembre pasado, a los 46 años, y fue un defensor incansable de la protección socioambiental de comunidades afectadas por el uso indiscriminado de agroquímicos.
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